La experiencia de ser padre o madre puede traer momentos de profunda felicidad y alegría, pero al mismo tiempo, también puede conllevar momentos de considerable tensión. Estas situaciones a veces pueden desencadenar sentimientos de frustración, requerir sacrificios y resultar en insatisfacción. En este artículo podrán saber qué es la crianza positiva y respetuosa y cómo ponerla en práctica en su vida cotidiana.

Ser madre y padre hoy día

Vivimos en una sociedad en constante cambio, donde los estilos de crianza y las formas en que los adultos se relacionan con los niños, niñas y adolescentes están evolucionando. Los métodos y actitudes hacia la crianza que los adultos experimentaron en su propia infancia y adolescencia han quedado obsoletos. La gran diversidad de modelos familiares en la sociedad actual, junto con las diferencias culturales y de género, añaden una extraordinaria variabilidad a la tarea de ser padres y madres. Además, los padres y madres actuales no se limitan a reproducir los patrones culturales recibidos, sino que individualizan esta tarea y le otorgan significados personales, lo que también aumenta su variabilidad.

En términos generales, los adultos de hoy, probablemente fueron criados siguiendo un enfoque en el que se veía al niño/a o adolescente como un objeto que debía ser educado para ser obediente, dependiente y servil. Hoy la forma de relacionarse con los hijos e hijas es diferente, puesto que la consideración que se tiene de los niños, niñas y adolescentes también ha cambiado debido a la visibilización de sus derechos. Un trabajo que tiene sus bases en la Convención de los derechos del niño (1989), en la que se reconoce a los niños y niñas (seres humanos menores de 18 años) como individuos con derecho a su pleno desarrollo físico, mental y social, y con derecho a expresar libremente sus opiniones.

En el contexto actual, la tarea de ser madre y padre sigue en constante transformación y está influenciada por los cambios temporales y sociales. Así es como, los padres y madres se enfrentan a su principal desafío al determinar qué estilo de crianza adoptar al interactuar con sus hijos e hijas, momento en el que se pueden plantear cuestiones como las siguientes:

  • ¿Cuál es la mejor manera de educar?
  • ¿El enfoque de crianza que han asimilado de su propia infancia y adolescencia es adecuada para los tiempos actuales?
  • ¿Cómo pueden saber si su manera de educar se adapta a las necesidades individuales de sus hijos y/o hijas?

 Estilos educativos

Hablamos de estilos educativos para referirnos a la forma de actuar de los adultos hacia los menores, que se deriva de actitudes y criterios transmitidos. Estos estilos educativos no solo definen cómo los adultos responden a situaciones cotidianas, toma de decisiones y acciones, sino que también crean un clima emocional en el que se manifiestan esas conductas. De esta manera es como se ha considerado que los estilos educativos tienen una consecuencia en el desarrollo socioemocional y conductual de los niños, niñas y adolescentes. A continuación, se aporta una breve descripción sobre cada uno de los estilos educativos:

  • Autoritario. Los padres y madres que adoptan este estilo tienden a establecer reglas estrictas y a exigir una obediencia rigurosa por parte de sus hijos e hijas. Sin embargo, muestran niveles bajos de comunicación y afecto hacia ellos. Este estilo educativo puede tener efectos negativos en los niños/as y adolescentes como: la falta de autonomía personal, la limitación de su creatividad, la reducción de sus habilidades sociales y una baja autoestima. Estos niños y niñas suelen ser obedientes, organizados y poco agresivos, pero al mismo tiempo tienden a ser tímidos, cautelosos y susceptibles a las tensiones.
  • Permisivo. Los padres y madres que siguen este estilo educativo muestran altos niveles de afecto y comunicación hacia sus hijos e hijas, pero son menos propensos a establecer límites y exigencias claras. En otras palabras, son cariñosos, pero carecen de firmeza en su crianza. Suelen aceptar las conductas, deseos e impulsos de sus hijos e hijas y rara vez recurren al castigo. Como resultado, los niños, niñas y adolescentes criados bajo este modelo a menudo tienen dificultades para controlar sus impulsos, enfrentar responsabilidades, mostrándose inmaduros y con baja autoestima. A veces, pueden exhibir comportamientos agresivos y caprichosos. Sin embargo, suelen ser más alegres y vitales en comparación con aquellos que provienen de hogares con padres autoritarios.
  • Indiferente. Los padres y madres que siguen este estilo educativo brindan escaso apoyo y establecen pocas expectativas para sus hijos e hijas. No establecen normas ni muestran mucho afecto, lo que resulta en relaciones emocionales débiles y cierta indiferencia hacia sus hijos e hijas. Los niños, niñas y adolescentes criados bajo este modelo tienden a experimentar infelicidad, sintiéndose desconectados y corren un mayor riesgo de desarrollar comportamientos delictivos.
  • Democrático. Los padres que siguen este estilo educativo son hábiles para establecer reglas claras y apropiadas y, en ocasiones, pueden recurrir al castigo, pero lo hacen de manera fundamentada y razonada. Tienen en cuenta tanto los derechos como los deberes de sus hijos, manteniendo una comunicación abierta y constante. A pesar de que ejercen control y guía sobre sus hijos, también valoran sus emociones y puntos de vista. Como resultado, los hijos suelen desarrollar un buen autocontrol y una alta autoestima, tienen la confianza necesaria para enfrentar nuevas situaciones y son constantes en las tareas que emprenden.

Cabe tener presente que, los estilos educativos no se pueden clasificar como modelos puros y rígidos, ya que tienden a superponerse y a cambiar con el tiempo, dándose versiones mixtas y pudiendo evolucionar a medida que el niño/a crece. Además, factores como el género del niño/a, su edad, su posición entre los hermanos y otros elementos pueden influir en el estilo de crianza que adopten los padres y madres. Por lo tanto, es importante analizar los estilos educativos considerando aspectos como los siguientes: contexto social, valores predominantes en la sociedad, situación específica de cada familia y etapa de desarrollo en la que se encuentra el niño o la niña.

A veces, los modelos de crianza pueden parecer simples cuando se los describen, pero es fundamental destacar que las relaciones entre los padres y madre e hijos/as son bidireccionales. Esto significa que los hijos e hijas no son simplemente receptores pasivos, sino que también tienen un impacto significativo en sus padres. Este aspecto es crucial para comprender la crianza de manera positiva y respetuosa.

¿Qué es la crianza positiva y respetuosa?

La crianza positiva y respetuosa se basa en el modelo educativo democrático y se centra en el bienestar óptimo de los niños, niñas y adolescentes, conforme a lo establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989.

Este tipo de crianza parte del reconocimiento de que no nacemos sabiendo cómo ser buenos padres o madres, sino que es un proceso de aprendizaje que implica fomentar el cuidado de los menores, promover el desarrollo de sus habilidades y evitar cualquier forma de violencia, al mismo tiempo que se les brinda apoyo y guía.

Para lograr una crianza positiva y respetuosa, es crucial comprender a los menores en cada una de las etapas de su vida, considerando cómo se sienten, lo que piensan y cómo reaccionan.

Por poner un ejemplo, los adolescentes no actuaran de la misma forma que un bebé o una niña de 4 años. A continuación, se detallan algunos aspectos importantes a tener en cuenta según su edad:

  • 0-1 año. Es esencial proporcionar a los niños y niñas el afecto más básico, como satisfacer sus necesidades fundamentales (alimentación, higiene, descanso, etc.), protegerlos de peligros y brindarles contacto físico a través de abrazos y caricias. También es importante reconocer sus logros con aplausos, elogios y felicitaciones.
  • 2-5 años. En esta etapa, el juego y la convivencia son fundamentales. Pasar tiempo juntos en actividades como salir al parque o comer en familia, así como realizar experiencias compartidas como contar cuentos o hacer manualidades, generan un sentido de pertenencia a la familia.
  • 6-11 años. Los niños/as en esta etapa han desarrollado habilidades de comunicación y lenguaje, por lo que es importante reforzarlas a través de conversaciones respetuosas. Escucharlos con atención (sin distracciones, dejando el móvil), expresarles mensajes cariñosos como «te amo» o «te quiero mucho», hacerles afirmaciones positivas como “¡qué trabajador/a eres!” o “¡qué bien te queda!” y elogiar sus logros son formas efectivas de apoyar su desarrollo.
  • 12-18 años. Durante la adolescencia, es importante que los padres y madres permitan cierta autonomía en aspectos como el estilo de pelo, la ropa y las preferencias musicales. Sin embargo, también es crucial establecer pautas y límites que proporcionen seguridad y contención. Se deben tener en cuenta dos aspectos clave: respetar su proceso de construcción de identidad y ofrecer aceptación y reconocimiento, lo que implica permitirles cometer errores y asumir las consecuencias, siempre y cuando no pongan en peligro su seguridad.

Principios de la crianza positiva y respetuosa

Aunque la crianza puede interpretarse de manera diversa a nivel personal, existen una serie de fundamentos que respaldan la práctica de un estilo de crianza positiva y respetuosa. Estos principios son los siguientes:

  1. Fomentar vínculos afectivos cálidos, protectores y estables para que los niños, niñas y adolescentes se sientan amados y aceptados.
  2. Proporcionar un entorno estructurado que sirva como modelo, guía y supervisión para que los menores aprendan las normas y valores.
  3. Estimular y apoyar el aprendizaje cotidiano y el rendimiento escolar para fomentar la motivación y el desarrollo de las habilidades de los niños, niñas y adolescentes.
  4. Reconocer el valor de los hijos e hijas al mostrar interés en su mundo, validar sus experiencias, involucrarse en sus preocupaciones y responder a sus necesidades.
  5. Empoderar a los hijos e hijas, fomentando la percepción de que son agentes activos, competentes y capaces de influir en su entorno.
  6. Promover la educación sin violencia, evitando cualquier forma de castigo físico o psicológico degradante.

Recomendaciones para seguir una crianza positiva y respetuosa

En la crianza positiva y respetuosa, como hemos descrito anteriormente, se trata de adoptar una filosofía que busca el bienestar emocional y el desarrollo saludable de los niños, niñas y adolescentes. Esto implica fortalecer los lazos familiares entre padres, madres, hijos e hijas y cultivar valores positivos. A continuación, se presentan algunos aspectos clave para ponerla en práctica:

  • Establecer límites y rutinas. Definir reglas claras proporciona seguridad y comprensión, mientras que las rutinas diarias les brindan estructura y estabilidad.
  • Fomentar la comunicación afectiva. Crear un ambiente donde los niños/as se sientan seguros para expresar sus emociones es esencial. Escuchar activamente, validar sus sentimientos y ofrecer apoyo emocional son fundamentales.
  • Ser un modelo a seguir. Los niños, niñas y adolescentes aprenden observando nuestro comportamiento adulto. Debemos ser un ejemplo positivo, practicando la empatía, el respeto y la resolución pacífica de conflictos.
  • Promover la autonomía. Permitir que los niños/as tomen decisiones apropiadas para su edad les ayuda a desarrollar independencia y fortalece su autoestima.
  • Reforzar el comportamiento positivo. Reconocer y celebrar los logros y actitudes positivas motiva a los niños, niñas y adolescentes a seguir actuando de manera positiva.
  • Practicar la disciplina positiva y respetuosa. Se centra en enseñar y guiar en lugar de castigar. Utilizar estrategias como la distracción y la resolución de problemas ayuda a desarrollar habilidades de autorregulación en los menores.
  • Cultivar el amor y la conexión. Pasar tiempo de calidad con sus hijos e hijas, crear momentos especiales y demostrar amor y apoyo incondicional son esenciales en este tipo de crianza.
  • Estimular el juego y la creatividad. El juego libre y creativo fomenta el desarrollo cognitivo, emocional y social de los menores, permitiéndoles explorar y expresarse.
  • Practicar la escucha activa. Escuchar atentamente a sus hijos e hijas, sin interrupciones, fortalece la comunicación y construye una relación de confianza, lo que es fundamental en la crianza positiva y respetuosa.
  • Buscar apoyo y formación (en caso de ser necesario). Reconocer que la crianza puede ser desafiante y buscar orientación a través de grupos de padres, libros y profesionales puede hacer que sea más llevadera.

Para que puedan adentrarse un poco más en la crianza positiva y respetuosa, desde el Centre de Psicología Canvis les ofrecemos un listado de libros acerca de esta temática:

  • El cerebro del niño de Daniel Siegel y Tina Payne. Este libro ofrece ideas sobre cómo fomentar una relación más cercana con los niños, promover su resiliencia y manejar situaciones difíciles de manera efectiva.
  • Cómo hablar para que tus hijos escuchen y cómo escuchar para que tus hijos hablen de Adele Faber y Elaine Mazlish. Este libro se enfoca en mejorar la comunicación entre padres e hijos, proporciona consejos y técnicas prácticas para fomentar una comunicación efectiva y resolver conflictos.
  • Disciplina sin lágrimas de Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson. Este libro ofrece herramientas para comprender y gestionar las emociones de los niños y fomentar un ambiente familiar más armonioso.

Si creen que necesitan asesoramiento para acompañar a sus hijos e hijas o necesitan trabajar aspectos personales relacionados con la maternidad o la paternidad pueden contactar con el Centre de psicología Canvis para solicitar una primera sesión informativa gratuita.

Bibliografía:

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  • Rodrigo, M.J. y Palacios, J. (1998). Familia y desarrollo humano. Madrid. Alianza Editorial.
  • UNICEF (2021). Guía para la crianza de niñas, niños y adolescentes desde el amor y el buen trato.
  • Asamblea General de las Naciones Unidas (1989). Convención sobre los Derechos del Niño.