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Terapia psicológica para la depresión

Las personas pasamos por momentos de tristeza a lo largo de nuestras vidas. La tristeza es una emoción humana común y natural que surge como respuesta a situaciones difíciles, pérdidas o desafíos en la vida. Es una reacción emocional temporal y adaptativa que puede variar en intensidad y duración. La tristeza representa una respuesta saludable y necesaria para procesar eventos difíciles.

Por lo tanto, vemos que la tristeza es un componente natural de la vida, mientras que la depresión es una condición de salud mental más compleja que a menudo requiere tratamiento especializado. Reconocer la diferencia entre ambas es fundamental para ofrecer el apoyo adecuado a quienes puedan estar experimentando estos estados emocionales. En Canvis contamos con un psicólogo especialista en depresión en Barcelona que puede ayudarte a tratar esta condición.

La tristeza se caracteriza por sentimientos de melancolía, pesar y desánimo. Puede acompañarse de síntomas físicos como llanto, falta de energía y cambios en el apetito. En la mayoría de los casos, la tristeza disminuye con el tiempo a medida que las personas encuentran formas de adaptarse a las circunstancias adversas.

Por otro lado, la depresión es un trastorno del estado de ánimo más grave y persistente. A diferencia de la tristeza, la depresión implica una alteración significativa en el funcionamiento diario y puede afectar a diversos aspectos de la vida, como las relaciones personales, el trabajo y la salud física.

La depresión clínica se caracteriza por síntomas que persisten durante un período prolongado, concretamente más de seis meses. Algunos de los síntomas más comunes son los sentimientos de desesperanza, pérdida de interés en actividades que solían ser placenteras, cambios en el sueño y el apetito, fatiga, dificultades de concentración y, en casos más graves, pensamientos suicidas. A diferencia de la tristeza, la depresión a menudo no se resuelve por sí sola y puede requerir intervención profesional, como terapia psicológica y, en algunos casos, medicación.

La depresión se manifiesta como una sombra persistente, afectando a millones de personas en todo el mundo.

Según estimaciones, los trastornos depresivos afectan a una considerable proporción de la población global. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que más de 264 millones de personas padecieron algún tipo de trastorno depresivo en 2020. En el contexto español, se estima que la depresión afecta a uno de cada cinco ciudadanos, según informes del Ministerio de Sanidad.

Es esencial entender que la depresión no es una entidad homogénea; se manifiesta en diversas formas, siendo crucial distinguir entre la depresión exógena y endógena. La depresión exógena, influenciada por factores externos como eventos traumáticos o situaciones estresantes, se presenta como una respuesta comprensible a circunstancias específicas. Por otro lado, la depresión endógena tiene raíces más profundas, vinculadas a factores genéticos y bioquímicos, manifestándose de manera más intrínseca e independiente de eventos externos. Nuestro psicólogo especialista en depresión en Barcelona analiza cada caso para buscar la raíz del problema y ofrecer así la terapia más recomendada en cada situación.

Para ello, ha de sumergirse completamente en el complejo espectro de la depresión, y para ello es vital reconocer su impacto en la salud mental y comprender las distintas formas en que se manifiesta.

Padecer depresión va más allá de la sensación general de tristeza, la depresión puede conducir a dificultades en diversos aspectos de la vida.

Para la comprensión y el tratamiento de la depresión, los profesionales de la psicología desempeñan un papel crucial. Centros especializados, como el centro Canvis en Barcelona, ofrecen terapias específicas para abordar tanto la depresión exógena como la endógena. El equipo de profesionales del centro proporciona un camino hacia la recuperación y el restablecimiento del equilibrio mental.

Si padeces un trastorno depresivo, nuestro psicólogo especialista en depresión en Barcelona puede ayudarte en el tratamiento mediante terapia individual.

La psicóloga o psicólogo de nuestro centro de Barcelona te ayudará a tratar la depresión para que aprendas herramientas y técnicas necesarias para lograr el bienestar.

Nuestro equipo de profesionales trabaja mucho más allá de los síntomas para garantizar cambios sólidos y duraderos en tu calidad de vida.

Nuestro psicólogo especialista en depresión en Barcelona realizará una entrevista clínica para detectar los signos y síntomas así como valorar su intensidad, frecuencia, gravedad y el grado en que interfieren en el funcionamiento personal y social de la persona que sufre algún trastorno depresivo.

El tratamiento psicológico varía para los diferentes tipos depresión, pero básicamente el objetivo de la terapia con nuestros psicólogos y psicólogas es conocer que genera la depresión y adquirir las herramientas necesarias para manejar nuestras percepciones y reacciones ante aquello que nos genera tristeza, apatía y desánimo.

La psicóloga o psicólogo también proporciona técnicas para reducir la depresión. Existen una serie de técnicas y terapias psicológicas que, en función del trastorno depresivo que haya que tratar.

En el centro de psicología Canvis de Barcelona no somos partidarios del tratamiento farmacológico de los trastornos depresivos a no ser que su extrema gravedad lo requiera. Un antidepresivo tapa el síntoma que produce y provoca el trastorno, pero no lo cura ni busca su causa.

Un trastorno de depresión abordarse cuando:

  • La tristeza es abrumadora.
  • La depresión interfiere con la vida cotidiana en cualquier ámbito: social, familiar, afectivo, laboral y/o escolar, entre otros.
  • La depresión no cede espontáneamente en las primeras semanas.

El reconocimiento por parte de los y las psicólogas del centro de psicología Canvis de Barcelona de los diferentes tipos de trastornos depresivos se fundamenta en sus señales y manifestaciones características extraídas de diversas referencias profesionales de alcance internacional, como el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría), que detalla los síntomas específicos y requiere la exclusión de otras posibles causas.

Los antecedentes familiares representan un punto crucial para establecer el diagnóstico al evidenciarse una predisposición genética hereditaria.

Todos los trastornos relacionados con la depresión comparten la presencia de síntomas característicos, pero cada uno se distingue por sus particularidades. Además, la capacidad para soportar un nivel dado de melancolía varía de manera individual.

Las manifestaciones más comunes en los diversos tipos de trastornos depresivos incluyen:

  • Tristeza patológica: un estado de tristeza especialmente intenso y difícil de mejorar.
  • Pensamientos negativos: acudir de manera recurrente a pensamientos relacionados con la inutilidad, la sensación de indefensión, la culpa, la ruina, incluso la muerte y el suicidio.
  • Alteraciones de la motivación o apatía: menos ganas de hacer cosas, incluso las que antes sí que apetecía hacer.
  • Anhedonia: dificultad para disfrutar de las cosas.
  • Desesperanza incontrolada: sensación de un futuro sombrío, desolación y/o desastre.
  • Alteración del patrón de sueño, con insomnio o todo lo contrario (hipersomnia).
  • Alteración del apetito, por exceso o por defecto.
  • Disminución del interés por cultivar aficiones
  • Tendencia a abandonar fuentes de placer.
  • Reducción de las relaciones interpersonales, o deterioro de estas.
  • Inhibición psicomotriz, con enlentecimiento motor (moverse más despacio, como si se estuviese cansado).
  • Malestar general con somatizaciones, como alteraciones gastrointestinales, dolor crónico o afectaciones dermatológicas, entre otras.
  • Alteración de las funciones cognitivas: memoria, atención, concentración

Los trastornos depresivos constituyen una carga significativa para la salud mental a nivel mundial, afectando a personas de todas las edades, géneros y estratos socioeconómicos. Sin embargo, las estadísticas revelan disparidades importantes en cuanto a quiénes se ven más afectados por estos trastornos.

En términos generales, las mujeres tienden a experimentar trastornos depresivos con mayor frecuencia que los hombres. Según datos del Informe Mundial de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2021, la prevalencia de la depresión en mujeres es aproximadamente un 50% más alta que en hombres en todo el mundo. Este patrón se observa en diversas edades, desde la adolescencia hasta la vejez.

Además, los estudios epidemiológicos han señalado que la prevalencia de la depresión varía según la etapa de la vida. Por ejemplo, la depresión tiende a ser más común en la adolescencia y la adultez joven.

En términos de factores socioeconómicos, las personas de bajos ingresos también enfrentan un riesgo significativamente mayor de desarrollar trastornos depresivos. La falta de acceso a recursos y servicios de salud mental, junto con las condiciones de vida estresantes, contribuye a esta disparidad.

La OMS destaca que la depresión es más prevalente en contextos socioeconómicos desfavorecidos, y la falta de apoyo social y económico puede agravar la carga de la enfermedad.

Es importante señalar que la depresión no discrimina y puede afectar a personas de cualquier grupo étnico, cultural o educativo. Sin embargo, las disparidades en la prevalencia subrayan la necesidad de enfoques de salud mental más equitativos y accesibles para garantizar que todas las personas, independientemente de su género, edad o estatus socioeconómico, reciban el apoyo necesario para abordar los trastornos depresivos.

Factores de riesgo que propician los trastornos depresivos

Los trastornos depresivos son condiciones complejas que pueden ser influenciadas por una variedad de factores. Comprender estos elementos de riesgo es esencial para la prevención, diagnóstico y tratamiento adecuados. A continuación, se presenta un listado de los factores que propician los trastornos depresivos:

  • Genética y antecedentes familiares:

La predisposición genética puede aumentar la vulnerabilidad a los trastornos depresivos. La presencia de antecedentes familiares de depresión puede ser un indicador de riesgo.

  • Perfil de personalidad

Determinados tipos de personalidad son más propensos a manifestar trastornos depresivos

  • Experiencias traumáticas:

Eventos traumáticos, como abuso físico, emocional o sexual, la pérdida de un ser querido, o experiencias adversas en la infancia, pueden desencadenar o contribuir al desarrollo de la depresión.

  • Estrés crónico:

La exposición continua a situaciones estresantes, ya sea en el entorno laboral, académico o personal, puede aumentar la probabilidad de desarrollar trastornos depresivos.

  • Desequilibrios químicos en el cerebro:

Alteraciones en los neurotransmisores, como la serotonina, dopamina y norepinefrina, pueden influir en la regulación del estado de ánimo y estar vinculadas al desarrollo de la depresión.

  • Enfermedades médicas crónicas:

Condiciones de salud crónicas, como enfermedades cardiovasculares, diabetes o trastornos neurológicos, pueden aumentar el riesgo de depresión debido a la carga física y emocional asociada.

  • Consumo de sustancias:

El abuso de sustancias, incluyendo alcohol, drogas ilícitas o medicamentos, puede desencadenar o agravar los síntomas depresivos.

  • Factores socioeconómicos:

Problemas financieros, falta de acceso a recursos y desigualdades socioeconómicas pueden contribuir al estrés y aumentar el riesgo de desarrollar depresión.

  • Aislamiento social:

La falta de apoyo social, la soledad y la desconexión emocional pueden ser factores que contribuyan al desarrollo de la depresión.

  • Historia de otros trastornos mentales:

Individuos con antecedentes de trastornos de ansiedad, trastornos de la alimentación u otros problemas de salud mental pueden tener un mayor riesgo de experimentar depresión.

  • Cambios hormonales:

Fluctuaciones hormonales, como las que ocurren durante el embarazo, el posparto y la menopausia, pueden desencadenar o contribuir a la depresión.

  • Falta de actividad física:

La inactividad física y un estilo de vida sedentario están asociados con un mayor riesgo de trastornos depresivos.

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