¿Qué es la fibromialgia?

Todo el mundo a oído hablar de esta patología alguna vez, pero parece que no se acaba de conocer mucho ac%erca de ella, ni de las personas que la padecen.

La palabra fibromialgia tiene como significado «dolor muscular, de tendones y ligamentos», siendo éste el síntoma más comúnmente conocido, pero esta enfermedad es más extensa y compleja.

La fibromialgia es un síndrome (SFM) que se caracteriza por producir dolor muscoesquelético muy generalizado, con rigidez muscular, una mayor sensibilidad al dolor, agotamiento persistente, y dificultad de descanso nocturno, ya que no se llega a alcanzar un sueño profundo y reparador, con continuas interrupciones de este. La sintomatología sufrida es crónica, lo qual quiere decir que no existe una cura, si no tratamientos para aliviar el dolor, y aprender a convivir de la mejor manera con esta situación.

Suele estar asociada a otras patologías como por ejemplo el síndrome de colon irritable, cefaleas, disfunciones sexuales, depresión, etc.

Su prevalencia en la población en la población española llega a ser del 2-3%, por lo que se puede decir que es bastante elevada, llegando a afectar a entre 400.000 y 1.200.000 sujetos. De esta manera, se sitúa como un problema destacable, al cual debe dar respuesta asistencial la Sanidad Española.

Sintomatología

Los síntomas que caracterizan este síndrome se pueden clasificar en dos tipos: síntomas físicos y síntomas emocionales.

Los primeros, son  los descritos en el apartado anterior: dolor generalizado en todo el cuerpo, alteraciones del sueño, fatiga, cansancio, rigidez muscular, y dolor de cabeza.

Este estado de dolor permanente, y agotamiento constante, puede llegar a invalidar a la persona, y apartarla de una vida normalizada, impidiendo que pueda trabajar, tener vida social, y realizar cualquier actividad de la vida diaria, afectando a la gran parte de áreas de su vida.

Esa situación suele desencadenar en el individuo un conjunto de síntomas emocionales vinculados a la depresión y la ansiedad.

¿Cuál es la causa?

No se conocen las causas orgánicas de este síndrome con certeza, siendo la explicación más aceptada hasta ahora, una posible alteración del sistema nervioso periférico, pero a raíz de los últimos descubrimiento, cada vez hay más evidencias de que se debe a un componente de origen cerebral, causado por anomalías neuroquímicas.

El dolor crónico que padecen estos pacientes se explica por una condición genética, que hace que estos sujetos tengan el umbral del dolor más bajo, ampliando el espectro de estímulos dolorosos, y produciendo una mayor sensibilidad a estos, de manera que son más vulnerables que la población general a padecer molestias, y malestar físico.

Hay otras características comunes en este tipo de enfermos, como son las alteraciones en el sistema nervioso, alteraciones bioquímicas cerebrales, y musculares, siendo las últimas una consecuencia de la reducción de la actividad física.

En cuanto a los factores desencadenantes, no hay evidencia acerca de qué produce que se desarrolle la enfermedad en un individuo, ya que se puede atribuir a una gran cantidad de circunstancias, dependiendo de la persona y su situación. En la mayoría de los casos, la aparición de este síndrome tiene que ver con haber sido expuesto a situaciones de gran intensidad emocional, y periodos críticos para la persona, como por ejemplo épocas de picos de estrés muy elevado, haber padecido una enfermedad grave, momentos de muchos cambios, etc. Todas estas casuísticas, no producen la enfermedad por sí solas, si no que actúan a modo de activadores, en personas que tienen una predisposición genética de base.

Este hecho deja de manifiesto la importancia de los aspectos emocionales en el desarrollo de la fibromialgia, posicionándolos como aspectos clave para su desarrollo, decantando su explicación a una posible respuesta disfuncional de los mecanismos que se encargan de la adaptación a situaciones de estrés crónico y dolor.

Diagnóstico

Tratamiento

El tratamiento que se establece para la fibromialgia es paliativo, debido a la cronicidad de los síntomas, y multimodal, ya que se incluye diversas áreas, que abarcan especialidades como la medicina, y la Psicología. Está basado en el control del dolor de forma farmacológica, y  en el entrenamiento de la persona, para que pueda convivir con la enfermedad de la manera más funcional y adaptativa posible, manteniendo conservadas en el mayor grado posible todas las facetas de su vida.

Teniendo en cuenta la gran variedad de factores que influyen en el curso de la fibromialgia, para determinar un buen tratamiento, de forma que esté adaptado a cada paciente, es necesario conocer con exactitud las condiciones bajo las que se ha desarrollado la enfermedad, las diferencias individuales de cada paciente, cuáles son los factores que facilitan un brote, qué aspectos agravan los síntomas, etc. De esta manera se podrán dar pautas e indicaciones específicas a cada caso, y una ayuda psicológica de calidad.

En cuanto al tratamiento farmacológico, se compone de 2 tipos de fármacos. El primer tipo se administra para rebajar la sensación de dolor, ayudando a la persona a que pueda realizar sus actividades cotidianas, con las menores molestias físicas posibles. Se compone principalmente de analgésicos como por ejemplo antiinflamatorios, que reducen la tensión muscular, mejorando la movilidad del sujeto, y aliviando la sensación de malestar. Los segundos son fármacos psiquiátricos, tales como antidepresivos o ansiolíticos, que sirven para reducir la sintomatologia asociada al estado emocional del sujeto, como la depresión o ansiedad.