Duelo infantil: el dolor por la muerte de un ser querido.

La muerte como la vida, forma parte de nuestra naturaleza. Explicar la muerte a un niño es un asunto delicado y muchas veces evitado ya que vivimos en una sociedad que protege en exceso a los niños de las duras realidades de la vida. A pesar de que parece algo positivo, no siempre lo es. Vendándoles los ojos no permitimos que experimenten, conozcan, se acostumbren y sobre todo que aprendan a hacerles frente a muchas experiencias que la propia vida nos pone delante, experiencias que tarde o temprano tendrán que conocer.

Por muy duro que nos parezca, los niños también tienen el derecho de saber que la vida termina y de vivir el proceso de duelo por el fallecimiento de un familiar. Esperar a que tenga «la edad suficiente» puede comprometer sus experiencias futuras y además, responder las preguntas de un niño que se interesa por la muerte es importante para que no se obsesione con el tema.

¿Qué es el duelo infantil?

El duelo, tanto en la edad infantil como en la edad adulta, es el proceso doloroso que acompaña a la pérdida de alguien cercano y querido.

Sin embargo, el duelo es un proceso necesario y normal, además de adaptativo. Algunas del duelo son:

  • Aceptar la pérdida
  • Reflexionar sobre momentos que se han compartido con la persona que ya no está y adaptarse al ambiente sin esta.

La mayoría de autores coinciden en que se puede dar el duelo por superado una vez que podemos recordar a la persona fallecida sin llorar, siendo capaces de aceptar los nuevos retos que la vida nos propone y suele tener una duración entre 1 y 2 años. Algunos de los diferentes sentimientos que acompañan a la persona cuando vive el proceso de duelo por el fallecimiento de un ser querido son: la soledad, la tristeza o la sensación de que el fallecido se encuentra presente.

¿Cuáles son las características del duelo de los niños?

Las características del duelo son diferentes según la edad del niño, la interiorización de la pérdida puede ser variable:

  • Alrededor de los dos años el niño vive sentimientos se separación, pero no entiende lo que la muerte significa. Sufre y percibe la pérdida, pero la vive como una separación, es decir, nota la falta de quien se ha ido.
  • Entre los 4 y los 6 años tienen una comprensión muy limitada de la muerte, es por ello necesario explicarles lo que esta significa. Los niños piensan que la persona que fallece más adelante volverá a la vida y son capaces de hablar con naturalidad del tema, eso sí, con limitación en lo que a sentimientos se refiere debido a la corta edad.

Durante el proceso de duelo los niños pueden retroceder en referencia a las conductas. Es decir, pueden perder el control de diferentes conductas que anteriormente controlaban como, por ejemplo, el control de esfínteres.

Es recomendable referirse a momentos de la vida cotidiana en la que la muerte esta presenta para que el niño entienda su significado (por ejemplo, animales de compañía o la naturaleza) y no se recomienda dar explicaciones aisladas ya que eso podría llevar al niño a tener una esperanza acerca de la vuelta de la persona fallecida (por ejemplo, “se ha ido”).

  • De los 6 años a los 9 años los niños sienten la necesidad de conceptualizar la muerte. Con esta edad ya diferencian la fantasía de la realidad y son capaces de comprender la muerte y las consecuencias que esta conlleva. También puede darse el sentimiento de culpa, es decir, el niño puede sentir que tiene algún grado de responsabilidad sobre la muerte.

El duelo infantil, por tanto, es una realidad a la que hay que enfrentarse y los adultos solemos tratar de proteger al pequeño contra el dolor no haciéndoles partícipes de lo que ha pasado (no se les dice nada al respecto o muy poco). Pero no podemos obviar el dato de que la mayoría de los niños no tienen la capacidad de entender la realidad por si solos ni siquiera los sentimientos que les nacen después de una pérdida. Es más, una de las causas que más dificulta el proceso de duelo es la falta de información que suelen tener los niños.

Pueden mostrar sentimientos de abandono, rechazo y confusión en el momento que más seguridad, consuelo y comprensión necesitan. Por otro lado, los adultos se encuentran inmersos en el mismo proceso y pueden llegar a sentirse impotentes para hacer frente a los sentimientos de un niño dolido, triste y apenado.

¿Qué siente el niño ante la muerte de un ser querido?

Algunos sentimientos que pueden manifestar los niños ante el fallecimiento de un familiar en lo que al duelo se refiere son:

  1. Culpa: Este sentimiento puede nacer a raíz de que el niño necesite encontrar una causa para explicar la muerte. Hay niños que incluso llegan a sentirse culpables por estar vivos.
  2. Negación: Este sentimiento lleva al niño a hablar de la persona fallecida como si estaría viva y a esperar su vuelta a pesar de que saben que no pasará. En definitiva, es un mecanismo para hacerle frente algo que ni aceptan, ni comprenden.
  3. Idealización: Hay niños que idealizan a la persona que ha muerto, llegando a imitar sus gestos.
  4. Ira: Suele manifestarse mediante un comportamiento rebelde y puede ser dirigida a la propia familia, a iguales que no han pasado por lo mismo e incluso a la persona que ya no está.
  5. Miedo/pánico: Les hace sentirse inseguros y muestran una preocupación enorme sobre las personas que les rodean. El miedo se desarrolla como consecuencia de un pensamiento que los lleva a imaginarse la muerte de seres queridos.

También se pueden dar procesos psicosomáticos, es decir, pueden llegar a tener pesadillas, a manifestar dolores de cabeza y/o de estómago y a perder el hambre entre otras cosas. Pueden incluso manifestar los síntomas que mostraba la persona fallecida.

Concluir añadiendo que diferentes autores afirman que cuando el duelo se bloquea, la capacidad d establecer lazos de apego se dificulta y esto tiene como consecuencia que los sentimientos de negación o de huida se acentúen.

¿Existen diferentes tipos de duelo en la infancia?

Sí, hay diferentes tipos de duelo infantil como:

Tipo de duelo

Descripción del duelo

Congelado El duelo comienza, pero se para en un punto, es decir, no se adelanta en sus tareas.
Anticipado El dueño se da antes de la pérdida, es decir, la pérdida se anticipa.
Inhibido Cuando la persona siente una dificultad para expresar sus sentimientos.
Ausente No comienza el duelo debido a la negación de la persona ante la pérdida.
Distorsionado Se refiere a la reacción sin proporción.
Crónico No se resuelven labores de duelo.
Desautorizado La familia o la sociedad no acepta que la persona está viviendo un duelo.

Por ejemplo, cuando a un niño se le muere una mascota.

¿Cuáles son los objetivos del tratamiento psicológico ante el duelo?

  • Crear un espacio para hablar de la persona que ya no está.
  • Que el niño comprenda que la persona fallecida no va a volver.
  • Crear un recuerdo sano y bueno de la persona que ha muerto y que el niño pueda acordarse de ella remitiéndose a dichos recuerdos.
  • Trabajar con aquellas emociones que han envuelto el fallecimiento.
  • Que los sentimientos de culpa que se hayan podido dar se reduzcan (problemas en la relación con la persona fallecida, el no haber aprovechado diferentes situaciones, etc.).

¿Hay más tipos de duelo en los niños?

Sí, no todos los duelos se dan a raíz de una perdida. Cuando hacemos alusión al duelo nos referimos al proceso que se da tras la pérdida de alguien o de algo importante o significativo. Durante los párrafos anteriores se ha hablado del duelo por pérdida porque es el más común e impactante, pero existen otras pérdidas que se viven de la misma manera y con la misma intensidad debido a que son cosas con importancia para la persona.

Por ejemplo, el hecho de que se muera una mascota durante la infancia conlleva un duelo enorme. También se sienten las pérdidas de los amigos, la inmigración, el fracaso escolar, el no sentirse integrados en un grupo de iguales, etc. La separación de los padres comparte muchos aspectos del duelo por fallecimiento.

¿Cómo es el tratamiento del duelo infantil en psicología?

En primer lugar, el psicólogo llevará a cabo una exploración mediante una entrevista con los padres y otra con el niño.  La entrevista es una técnica de recogida de información muy valiosa, aunque a lo largo del tratamiento también se utilizaran otras. Mediante las entrevistas conoceremos información referente al caso (en el caso del duelo por fallecimiento, por ejemplo, la relación del niño con la persona fallecida, actitudes que ha llevado a cabo desde la pérdida, posibles síntomas como el orinarse en la cama, etc.). Después, se elaborará un tratamiento para elaborar las pérdidas.

Los tratamientos son individualizados y adaptados a cada caso.

En el centro de psicología Canvis de Barcelona, hay psicólogos especializados en psicología infantil que abordan el trabajo de DUELO CON NIÑOS.