Ayudamos a padres y niños

En CANVIS hemos pensado que otra forma de acercarnos a las realidades de las relaciones entre adultos y niños o adolescentes puede hacerse mediante la realización de charlas, dónde se puedan tratar temas que generen interés en educadores y padres. Hasta la fecha hemos realizado:

La entrada en la guardería:

Después de un período más o menos largo en el que madre e hijo han constituido una pareja que parecía indisoluble, por diversas circunstancias, mayoritariamente aquellas que tienen que ver con las demandas de nuestra sociedad actual, sucede lo inevitable, ambos se tienen que separar. Las respuestas que se pueden dar tanto en padres (madre preferentemente) e hijo ante tal circunstancia son variopintas.

Es evidente que nos encontramos ante una situación que nosotros asociamos a la idea de cambio. Todos sabemos lo que nos cuestan los cambios, a algunos nos cuestan más a otros menos, pero en general demandan de nosotros un esfuerzo físico y psíquico de adaptación a la nueva situación acompañado de respuestas que pueden ser de diversa índole, incluyendo la no respuesta. Las respuestas del niño que entra en la guardería tienen una función adaptativa y, en general, entran dentro de la normalidad, aunque en muchas ocasiones los padres nos angustiamos por su naturaleza, no siempre agradable (el niño llora desconsoladamente, se muestra más irritable, puede comer menos, etc.), o porque vemos a nuestro hijo teniendo conductas a las que no nos tenía acostumbrados.

Es importante destacar que los padres tampoco nos libramos de las angustias y ansiedades asociadas a esta situación de cambio, de separación, y que, en cuanto a naturaleza, suelen coincidir con las que vive el niño. Es importante destacar la influencia que en nuestros hijos puede tener nuestra respuesta: si le transmitimos, dentro de nuestras posibilidades, serenidad y tranquilidad le ayudaremos en su proceso de adaptación a la nueva situación.

Las pataletas: una forma de comunicación:

Las pataletas: las respuestas agresivas, en general suelen ser las que más ansiedad provocan en los padres, junto con el dormir, el comer y el control de esfínteres. Nos colocan en una posición que suele ser delicada, en un dilema entre ser demasiado tolerantes y ser represivos y contundentes. Es un hecho que después de ofrecer respuestas no nos sentimos del todo satisfechos con nuestra actuación. A veces, por ejemplo, estamos enfadados con la sensación que hemos sido demasiado tolerantes y que nuestro hijo nos toma el pelo. En otras ocasiones, nos podemos sentir culpables porque hemos estado demasiado duros “ por haberle dado una bofetada”. Estas situaciones, si se perpetúan en el tiempo, pueden derivar en dinámicas de relación que tienen un carácter de circulo vicioso donde ninguno de los dos (o más) protagonistas ven la forma de salir de allí. Es entonces cuando sobrevienen lamentos, s quejas, expresiones del tipo “Ya no se qué hacer contigo…., Mi hijo me torea……, lo siento, pero si no le doy una bofetada no se calla…, o también situaciones como el desacuerdo en la educación del niño entre los dos miembros de la pareja, el cuestionarse las propias capacidades como padres, etc. En definitiva, estas consecuencias pueden provocar el motor de esta situación de circulo vicioso a la que hacía referencia unas líneas anteriores, empeorarla.

Psicoterapia individual:

En ocasiones acontecimientos en la vida del niño obstaculizan un adecuado desarrollo psicoafectivo requiriéndose entonces de un trabajo dentro de un marco psicoterapeútico que favorezca la contención, la comprensión y la elaboración de los conflictos.

En CANVIS ofrecemos un tratamiento individualizado que puede ser a corto, medio o largo plazo, después de la realización de un exhaustivo proceso diagnóstico que nos asegure su viabilidad. En este espacio, trataremos aquellos aspectos que han entorpecido una correcta evolución en el niño, dificultando el despliegue de sus recursos más creativos y de sus potencialidades.

Reeducación:

La reeducación es un tratamiento psicológico que está pensando para niño y niñas que, aunque tienen una buena capacidad intelectual, tienen dificultades para seguir el proceso de crecimiento cognitivo, es decir, les cuesta seguir el aprendizaje dentro del ámbito escolar.

El aprendizaje es un proceso múltiple en el que el niño observa, analiza, relaciona, representa y, con todo esto, conceptualiza.

A veces en este proceso aparece algún obstáculo que impide el buen funcionamiento del aparato de aprendizaje, hecho que les dificulta llegar a la conceptualización.

  • La reeducación trataría de propiciar el funcionamiento adecuado del proceso de aprendizaje.
  • En el caso de niños y niñas que por una causa emocional se quedan bloqueados en algún punto de este proceso, también podrían beneficiarse de este tipo de tratamiento.
  • Por último nos referiremos a los potenciales mentales del niño, los cuales se van formando y organizabdo a lo largo de su vida de forma más o menos eficaz. Es posible que en ocasiones sea necesaria una ayuda reeducativa para movilizarlos con la finalidad de que el niño pueda descubrir, desarrollar y acualizar sus funciones creativas, indispensables para conseguir unas adecuadas capacidades instrumentales, funcionales y sobre todo, emocionales y personales.

Juego simbólico:

El juego simbólico es una modalidad de tratamiento psicológico que utiliza el juego como instrumento terapéutico y que favorece la evolución de las funciones psíquicas.

El juego forma parte del niño des de los primeros meses de vida ynace porque previamente el adulto (padre, madre,…)ha jugado con él. Esto ha permitido el desarrollo de la comunicación y ha estimulado sus capacidades de relación con su entorno. El juego permite al niño la posibilidad de explorar el mundo que le rodea, y poco a poco, ir construyendo sus propios pensamientos y estructurando su personalidad.
El juego permite al niño simbolizar y a través del juego simbólico podrá expresar aspectos propios: sus vivencias, fantasías, deseos, temores…

Este tipo de tratamiento es muy apropiado :

  • Para niños con dificultades de atención y que abandonan cualquier actividad que empiezan.
  • Para niños muy impulsivos, que actúan con poca conciencia sobre sus actos y las posibles consecuencias.
  • Para niños inhibidos, a los que les cuesta jugar y relacionarse con los demás, lo que a la larga les irá empobreciendo.
  • Para niños que presentan desconexión afectiva con su entorno y con características de tipo autístico.

Terapia Grupal con niños:

Cada vez es más frecuente el abordaje de aspectos emocionales y psicológicos a través de la creación de grupos terapéuticos.

El marco teórico de este tipo de tratamiento se fundamenta en el hecho de que toda persona nace formando parte de un grupo, la familia, y de que el desarrollo depende de las relaciones interpersonales que establezca en los diferentes grupos sociales a los que pertenecerá a lo largo de toda su vida (escuela, amigos, deportes, trabajo…). A partir de estas experiencias vitales (grupales) donde interacciona con los demás se va desarrollando la identidad como persona.

Los grupos permiten compartir experiencias entre sus integrantes, donde las aportaciones de los otros compañeros del grupo tienen un valor terapéutico indudable que refuerza el del terapeuta. Por otro lado, la diversidad de imágenes, opiniones… que el grupo ofrece hace que se de paso a crear pensamiento y que puedan ampliar las convicciones propias.

Los grupos deben estar formados siempre teniendo en cuenta la edad y el momento evolutivo que los niños estén pasando, así como las el tipo de dificultades que se aborden.
La terapia grupal de niños y adolescentes está indicada para favorecer y desarrollar las capacidades en dos áreas básicas: área cognitiva y área de la personalidad.

En el caso de grupos de niños, éstos son eficaces para :

  • Favorecer los procesos del desarrollo madurativo: habla, motricidad, atención…
  • Favorecer las relaciones personales (dificultades de relación, inhibición, respuestas agresivas, celos…)
  • Favorecer la adquisición de los aprendizajes escolares (en el caso de problemas de lecto-escritura, bajo rendimiento escolar, desinterés por la escuela…)
• Problemas del comportamiento en la familia, en la escuela
• Dificultades escolares: retraso, inadaptación
• Problemas de lenguaje: dislexia, tartamudez
• Tratar los problemas con los alimentos: vómitos, atracones
• Enfermedades psicosomáticas: asma, cefaleas, alopecia.
• Enuresis, encopresis
• Timidez, fobias
• Hiperactividad, inquietud, fracaso, irritabilidad

Existen muchos tópicos asociados a la vivencia de la emocionalidad en los disminuidos psíquicos. Es habitual la creencia de que las personas disminuidas no tienen vida emocional o que ésta es muy limitada, desorganizada y básicamente violenta, cuando en realidad ellos también tienen sus necesidades a este nivel y son las maneras de expresar sentimientos y emociones lo que les diferencia del resto.

En muchas ocasiones nuestras propias dificultades y tabúes asociados a este mundo tan particular es lo que nos impide acercarnos a lo que sienten las personas disminuidas.

Desde CANVIS ofrecemos la posibilidad de que personas con algún tipo de disminución psíquica de grado ligero o medio y que sus capacidades comunicativas no se hallen dañadas de forma severa, se puedan beneficiar de un espacio psicoterapéutico en el que, en un clima de comprensión y respeto, se les permita expresar, clarificar y elaborar sus sentimientos, emociones, temores, ansiedades e ilusiones.

Por otro lado, dentro de un marco psicoterapéutico también podemos ayudarles en la construcción de un proyecto de vida de acuerdo a sus posibilidades y capacidades reales, en el que puedan alcanzar un grado óptimo de autonomía y de desarrollo personal.

A su vez, las familias de disminuidos pueden beneficiarse en nuestro centro de la posibilidad de ser asesorados por profesionales con experiencia en el campo de la disminución, lo que a nuestro entender les puede ayudar a una mayor comprensión de la vida emocional del familiar disminuido y a adquirir nuevas estrategias en el manejo de las dificultades en la convivencia del día a día.

• Atención al mundo emocional del disminuido psíquico: ilusiones, temores, deseos, …
• Escucha y trabajo sobre sus potencialidades desarrollando recursos y capacidades
• Asesoramiento a las familias

Cada vez es más frecuente el abordaje de aspectos emocionales y psicológicos a través de la creación de grupos terapéuticos. El marco teórico de este tipo de tratamiento se fundamenta en el hecho de que toda persona nace formando parte de un grupo, la familia, y de que el desarrollo depende de las relaciones interpersonales que establezca en los diferentes grupos sociales a los que pertenecerá a lo largo de toda su vida (escuela, amigos, deportes, trabajo…).

A partir de estas experiencias vitales (grupales) donde interacciona con los demás se va desarrollando la identidad como persona.

Los grupos permiten compartir experiencias entre sus integrantes, donde las aportaciones de los otros compañeros del grupo tienen un valor terapéutico indudable que refuerza el del terapeuta. Por otro lado, la diversidad de imágenes, opiniones… que el grupo ofrece hace que se de paso a crear pensamiento y que puedan ampliar las convicciones propias.

Los grupos deben estar formados siempre teniendo en cuenta la edad y el momento evolutivo que los niños estén pasando, así como las el tipo de dificultades que se aborden.
La terapia grupal de niños y adolescentes está indicada para favorecer y desarrollar las capacidades en dos áreas básicas: área cognitiva y área de la personalidad.

En el caso de grupos de niños, éstos son eficaces para :

  • Favorecer los procesos del desarrollo madurativo: habla, motricidad, atención…
  • Favorecer las relaciones personales (dificultades de relación, inhibición, respuestas agresivas, celos…)
  • Favorecer la adquisición de los aprendizajes escolares (en el caso de problemas de lecto-escritura, bajo rendimiento escolar, desinterés por la escuela…)
• Favorecer los procesos del desarrollo madurativo: habla, motricidad, atención…
• Favorecer las relaciones personales (dificultades de relación, inhibición, respuestas agresivas, celos…)
• Favorecer la adquisición de los aprendizajes escolares (en el caso de problemas de lecto-escritura, bajo rendimiento escolar, desinterés por la escuela…)

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