Este mes en la entrada del Bloc de Canvis vamos a dirigir nuestra atención a un tema relevante que está altamente relacionado con el mundo de la medicina alopática asociada a una diversidad de especialidades dentro del proceso terapéutico, hablamos de una patología cada vez más extendida en nuestra población y como tal, requiere de nuestra atención en el campo de la psicología. La patología es la diabetes.

A título introductorio de la patología en cuestión, indicar que la diabetes es una enfermedad crónica cuyo conflicto anatómico reside en que el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina necesaria y/o requerida que el cuerpo necesita cuando hay un exceso de glucosa (hiperglucemia), de tal manera, la cantidad generada de insulina es mucho inferior derivando a posibles complicaciones patológicas sobre todo en el corazón, en el riñón y en las arterias, dando paso a problemas renales, pérdida visión e infartos entre otras.

Existen dos tipos de diabetes mellitus (DM). La diabetes tipo I, que influye en el 10% -15% de los casos dentro de la globalidad de la patología en sí, suele ser a temprana edad (antes de los 30 años), se debe principalmente a la destrucción de los islotes de Langerhans (habitualmente, por un mecanismo inmunológico) entre otras factores que coexisten con el mismo principio.

Por otro lado, existe la diabetes tipo II, suele tener un transcurso más progresivo que la diabetes tipo I dentro de la enfermedad, tiene un inicio prologando después de la edad de los 40 años, se suele asociar a diferentes factores como pueden ser la obesidad, dando paso a la insulino dependencia dado que las células no presentan los estímulos adecuados para que la glucosa ingrese en la sustancia, en este punto también indicar que hay la posibilidad de una atribución a factores genéticos y/ o hereditarios.

Una vez realizada la presentación, se va a realizar un análisis abordando no solamente los criterios alopaticos y/o preventivos expuestos que nos ofrece la temática en sí, sino también la perspectiva psicológica, la cual, va a tener una influencia relevante en la capacidad de interacción y de lidiar con la variedad de síntomas asociados a la patología, los cuales, son susceptibles a surgir fácilmente en todo el transcurso de la enfermedad y que, pueden ocasionar efectos negativos en las personas según el estadio de la patología.

La diabetes es una enfermedad crónica que tiene una afectación en nuestra población cada vez más notable. La diabetes en sí misma puede tener un impacto significativo en la salud física de las personas que sin lugar a dudas puede derivar en la mayoría de ocasiones en un trastorno o afectación mental y/o emocional.

En la depresión dentro del contexto psicológico, puede generar diferentes cuadros acorde al grado de la patología, de todas maneras, es común ver diferencias significativas en el nivel de cortisol con efectos glucémicos ya constatados en los criterios de la diabetes. No obstante, es relevante incidir el hecho de la gran comorbilidad que afecta en el presente del paciente y a su vez, en la adherencia de la enfermedad, la cúal que no permite la estabilidad dentro de todo el proceso terapéutico, derivando en ocasiones en problemáticas adjuntas como puede ser problemas cardiovasculares, dando paso a una hipertensión arterial, sedentarismo, tabaquismo, obesidad…entre otras.

Tales factores de riesgo, no favorecen la evolución óptima de la diabetes, y como tal requiere, una implicación multidisciplinar donde la psicología tendrá un papel relevante y plausible en ella.

En diversos estudios empíricos se ha verificado que la diabetes guarda una relación estrecha con el índice enfermedades neurológicas, por este motivo, se relaciona con un mayor riesgo en contraer de instaurarse una psicopatología, incluyendo en este campo la depresión, la ansiedad, el estrés y las diferentes patologías comórbidas que pueden relacionarse con este último. La diabetes también se relaciona en mayor parte de ocasiones con trastornos alimentarios (TCA), como son la anorexia y la bulimia.

Es importante entender e integrar que el tratamiento de la diabetes debe incluir no sólo un enfoque médico para el control del azúcar y sus posibles efectos en un tratamiento multidisciplinar si lo requiere, sino también un enfoque psicológico para que de esta manera se pueda abordar de forma más concisa los problemas mentales y/o emocionales de la salud que se relacionan activamente con la patología.

Una de las terapias a las que hacemos referencia es al enfoque cognitivo conductual para tratar los aspecto comórbidos que puede presentar la diabetes en su transcurso como pueden ser la depresión y la ansiedad, asi como, la terapia de apoyo para ayudar a las personas (ya sean pacientes y/o familiares) a lidiar con el estrés y las emociones relacionadas con la diabetes.

Referente a la depresión es inquietante ver que aproximadamente 340 millones de personas tienen una gran posibilidad de contraer una depresión, además de tal alarmante cifra de personas con dicho riesgo, es una patología que puede generar unos gastos importantes en la salud dando paso a una calidad de vida mucho menos satisfactoria.

La diabetes y la psicopatología tienen una relación estrecha y un nexo en común dado que, existen estudios que demuestran que los pacientes con diabetes tienen un mayor riesgo de padecer trastornos mentales como la depresión y ansiedad, y estos trastornos mentales pueden dificultar el manejo metabólico de la enfermedad. Es importante abordar ambos aspectos de manera integral para garantizar una adecuada calidad de vida de las personas con diabetes.

Dentro de la terapia en sí, existen varias razones por las que la diabetes puede estar relacionada con la psicopatología. Por un lado, la diabetes puede ser un factor de gran complicación dentro de los posibles estresores a manejar, ya que requiere una atención constante para un control óptimo de los nivdoeles de azúcar en la sangre y puede causar unas complicaciones graves y/o severas si no se trata adecuadamente. Además, las personas con diabetes también pueden sentir una gran carga emocional debi a la necesidad de seguir una dieta especial y el impacto que esto puede tener en su calidad de vida.

Un punto relevante dentro de la terapia en sí es la estabilidad emocional, donde el tratamiento psicológico tendrá un peso determinante e influyente. Tales acciones terapéuticas repercutirán en el paciente en el control de las emociones y en sus estados de ánimo que sin lugar a dudas tendrá un efecto importante sobre el sistema nervioso dando paso a un equilibrio que en la patología de la diabetes puede llegar a ser un factor de protección.

Dentro también de la terapia psicológica en la patologia de la diabetes, existen competencias básicas establecidas o prevenciones primarias para poder lidiar de forma aceptable el proceso de terapia en sí. La prevención debería ser a día de hoy uno de los pilares fundamentales dentro cualquier proceso terapeutico. En este punto, queremos hacer repercusión sobre todo en el conocimiento que tiene el paciente de la patología, la capacidad de síntesis y/o aceptación de la terapia en sí.

El autor (Ribes, 1990), es un autor que ofrece un punto conciliador dentro de la teoría que estamos mencionando y, va bastante en consonancia a la exposición realizada, donde indica que hay que dar valor y fuerza al “¿Saber que hacer?, ¿Cómo hacerlo?, es decir, reconocer la oportunidad para poder hablar de forma libre pero a su vez eficaz tanto con el profesional y/o círculos cercanos al paciente y, reconocer la circunstancia más propicia para realizar las intervenciones que crea oportunas en su vida. De esta manera, el paciente podrá obtener la información deseada en el momento adecuado, sin presión y acorde a la evolución de la patología.

Para hacer un resumen de todas las premisas principales comentadas en el blog, es importante recalcar el hecho de que la psicología tiene un papel relevante e integrativo dentro de todo el proceso patológico de la diabetes. Las cifras de prevalencia son cada vez más graves y extensas dentro del panorama mundial, las cuales, no invitan al optimismo, no obstante, aplicando las técnicas y/o protocolos adecuados podemos paliar tal cifra devastadora.

La participación de un servicio disciplinar con las herramientas adecuadas al servicio de cualquier ciudadano unidas a una sinergia positiva a una prevención primaria excelsa facilita claramente un nuevo proceso evolutivo, dando paso a estrategias de prevención elaboradas que, permitan encuadrar todo dentro de un marco terapéutico mucho más próximo a lo que el paciente está buscando en terapia.

Desde el centro de psicología Canvis, estamos en total consonancia con la integración de las diferentes estrategias de prevención y todos los procesos paliativos que pueden derivar de forma fehaciente al principio y al fin de una terapia satisfactoria. Como tal, queremos dar voz a dicha patología cada vez más extendida en el territorio mundial como se ha comentado con datos estadístiticos que avalan tal afirmación, y como tal, referir a la concienciación tanto si es paciente como si no lo es.

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