El dibujo infantil es uno de los primeros mecanismos de expresión de los que se sirve el niño/a para evocar aquello que le sucede o siente. Es, por tanto, un reflejo de sus primeras emociones.

Más o menos al año (o año y medio) los niños comienzan a esbozar sus primeros dibujos de forma espontánea y lo hacen como método natural de expresión. Las primeras capacidades artísticas vendrán determinadas y relacionadas por el desarrollo evolutivo de cada niño/a, así como por sus vivencias en el entorno más próximo y serán representadas inicialmente en forma de garabatos.

Durante el desarrollo infantil el niño/a pasa por diferentes etapas evolutivas y eso se reflejará en sus dibujos, así como en el trazo y en los colores utilizados. Se cree que estas etapas pueden ser representadas en los niños/as de forma universal y en las diferentes culturas existentes y que pueden, además, dar pistas sobre su comportamiento, personalidad y estado emocional.

Así pues, la evolución gráfica del infante pasará por las 5 etapas siguientes empezando en la primera infancia y acabando en la adolescencia, consolidando así su método de expresión y creatividad:

  • Etapa del garabateo: de 2 a 4 años
  • Etapa preesquemática: de 4 a 7 años
  • Etapa esquemática: de 7 a 9 años
  • Etapa del realismo: de 9 a 12 años
  • Etapa pseudonaturalista: de 12 a los 14 años

Principales fases del dibujo infantil

  • Etapa del garabateo: Al garabato se le puede considerar como el precedente del dibujo infantil y éste normalmente se realiza sin intención explícita de expresar o representar formas. El garabateo aparece sobre el año y medio o los 2 años, ya que es cuando el niño/a empieza a tener interés por los colores y empieza a experimentar utilizando los lápices y dibujando de forma espontánea. Los primeros esbozos suelen simbolizarse como trazos agrupados, sin una representación concreta. Aproximadamente a los dos años y medio el niño/a empieza a crear nuevas formas que se asemejan a la realidad, que se pueden deducir pero que todavía no tienen el detalle suficiente como para identificar su evocación o darle un significado. Sobre los 3 años se incorpora un cambio importante en la representación de los dibujos infantiles y es que a esa edad suelen aparecer las primeras representaciones de la figura humana. El niño también empezará entonces a dibujar objetos simples de su entorno y vida cotidiana como, por ejemplo: coches, casas o árboles. Además, entre los 3 y los 4 años el dibujo de la figura humana se mejora y si antes se representaba sólo con cabeza y piernas ahora ya empieza a tener cuerpo, incluyendo extremidades y detalles en la cara, como ojos y expresión en forma de sonrisa.En esta etapa el dibujo ya tiene una intención inicial de comunicar situaciones, plasmar personas o expresar emociones. Los colores serán elegidos por pura preferencia sin asociarse a la realidad de aquello que se dibujo.
  • Etapa preesquemática: Aproximadamente a los 5 años empiezan a consolidarse las formas expresadas, ya que, las capacidades cognitivas del niño/a están en pleno desarrollo. La mayoría de los niños/as ya se expresa casi correctamente y experimenta su entorno a solas, consolidando así el habla y el anda. Este hecho es fundamental en el desarrollo infantil y se ve, a su vez, reflejado en la evolución y madurez del dibujo infantil, creando un cambio evidente en su estructura y perfeccionando su técnica artística.Volviendo a los dibujos infantiles, la figura humana ya se podrá identificar de forma clara. Además, aparecen las primeras diferenciaciones, ya que el infante introducirá rasgos de identificación y caracterización como pueden ser el tamaño, el sexo o las emociones.A los 5-6 años el niño/a consolida su expresión mediante el dibujo y con una clara intención comunicativa. Además, comienza a haber movimiento en sus dibujos, ya que la figura humana empieza a “interactuar” con otras figuras humanas y también con su entorno y con los objetos más próximos. El infante muestra así su mundo interior con una evidente referencia a sus sentimientos, emociones o sensaciones, aunque no siempre lo hace de forma explícita.En esta etapa, empiezan a aparecer también los primeros rasgos psicológicos, ya que, el niño/a empezará a explicar qué desea manifestar con sus dibujos. Hacer al niño/a unas simples preguntas sobre lo que ha dibujado nos dará mucha información sobre su capacidad de expresión.
  • Etapa esquemática: De los 7 a los 9 años empiezan a aparecer detalles en los dibujos que antes eran simples, por ejemplo, aparecen las cuatro ruedas de un coche. Éste se trata ya de un dibujo organizado y lineal y expresado con intención y precisión. Además, empiezan a verse reflejadas las primeras dimensionalidades, por ejemplo, la figura humana puede dibujarse de perfil y con multitud de detalles. En este momento de la evolución gráfica, el infante dibujará ya en base a su experiencia personal y centrándose en aquello que ha vivido. Es por ello que esta etapa ofrece una inmensa información sobre las vivencias más cercanas del niño/a, ya sean positivas o negativas, centrándose comúnmente en lo vivido en el hogar. En relación a los colores, se empiezan a asociar a los elementos de la realidad y se eligen y utilizan según su funcionalidad.
  • Etapa del realismo: A partir de esta etapa ya se identifican las habilidades plásticas del niño/a, ya que se ha desarrollado, en la mayoría de los casos, su potencial artístico. La imaginación y la realidad se combinan para dar paso a un dibujo más técnico (con representación espacial, perspectiva y proporción) y con una estética más estudiada y cuidada. Se evidencia, por tanto, la madurez adquirida en los dibujos de esta etapa plasmando el rigor de la realidad y cuidando los detalles expresados.
  • Etapa pseudonaturalista: Es en esta última etapa dónde se consolida la capacidad artística de cada niño/a y dónde se aprecia de forma explícita el razonamiento y la crítica expresada en sus obras. Además, ya no aparece el dibujo como forma de expresión espontánea. Cabe destacar que no todos los niños/as (en esta etapa ya adolescentes) son igual de creativos, por tanto, la semejanza con la realidad, así como la perfección del dibujo dependerán en gran medida de las capacidades artísticas y la creatividad de cada uno de ellos.

 

¿Qué aspectos son importantes?

Algunos rasgos psicológicos se pueden asociar con aspectos básicos del dibujo infantil, si bien no son afirmaciones rotundas, estos aspectos nos pueden ayudar a entender las emociones, sentimientos o incluso conductas del niño/a:

  • Trazo: un trazo excesivamente intenso, incluso en ocasiones llegando a romper el papel puede indicar tensión, rabia o frustración. Pueden también, simbolizar agresividad aquellos trazos ascendentes y muy rectos, habitualmente con formas alargadas. Por otro lado, un trazo irregular y muy fino puede indicar inseguridad. Cuando el grafismo es muy reducido podrá simbolizar a su vez miedo o inseguridad.
  • Forma de agarrar el lápiz: si lo agarra muy fuerte o con el puño totalmente cerrado y de forma vertical, podrá indicar tensión, ira o ansiedad.
  • Espacio utilizado en el papel: mientras que ocupar el espacio entero se relaciona con la confianza o la seguridad, utilizar un espacio reducido se asociará a la introversión o la timidez. De la misma forma, las figuras pequeñas se relacionan con la inseguridad. Los dibujos desorganizados se asocian a la impulsividad mientras que un dibujo simétrico, proporcionado, bien estructurado y organizado se asocia al autocontrol y a una autoestima sana. Se evidencia en este último caso que el niño/a dispone de un buen aprendizaje y existe motivación por su parte.
  • Colores: varios estudios relacionan la preferencia en la elección de los colores con el estado emocional del niño/a.

 

Los colores y su influencia en las emociones del niño/a:

En ocasiones, el uso de los colores se puede deber a la simple disponibilidad, pero está demostrado que, a través de la elección y preferencia de los colores utilizados, los niños/as manifiestan sus estados de ánimo, sus miedos, sus inseguridades y sus motivaciones, sobre todo en las etapas tempranas del desarrollo.

Esta información es muy útil, ya que, la mayoría de las veces las emociones representadas en los dibujos se realizan de forma inconsciente.

La psicología del color relaciona cada color con las emociones más destacadas y estudia, además, los efectos que tiene cada color sobre la conducta humana.

Algunos ejemplos del significado de los colores más utilizados son:

  • Azul: indicará que el niño/a se siente seguro y en armonía. Es un color comúnmente utilizado por niños/as sociables y controladores de impulsos. Se asocia también a la tranquilidad y la calma.
  • Verde: Se relaciona con el equilibrio, pero también con la hipersensibilidad. Es propio que lo utilicen los niños/as más emotivos. Se relaciona habitualmente con el amor hacia la naturaleza.
  • Rojo: significará actividad y energía. Es el color elegido por niños/as dominantes, con confianza y optimismo. En ocasiones y según la temática expresada, también se asociará a momentos de agresividad o para demostrar autoridad. Por otro lado, cabe destacar que desde pequeños hemos sido entrenados para asociar el color rojo a símbolos de peligro o advertencia.
  • Amarillo: simbolizará la sensibilidad y la solidaridad. Generalmente utilizado por niños/as extrovertidos/as y alegres.
  • Naranja: se asociará a niños/as creativos/as, optimistas y alegres. También refleja entusiasmo. Suele estar relacionado también con el optimismo y la confianza. Por otro lado, un exceso de intensidad en el color naranja podrá reflejar una elevada ansiedad.
  • Negro: es el color que representa el inconsciente. Habitualmente refleja emociones negativas como la desesperación, la tristeza, la melancolía, la infelicidad o la irritabilidad. Es habitual que los niños/as que lo utilicen quieran expresar miedo a mostrarse al resto dando así la sensación de ser niños/as distantes. También podrá representar agresividad o ira.
  • Gris: es un color poco utilizado en los dibujos infantiles. No obstante, al utilizarlo transmitirá orden y equilibrio siempre y cuando se utilice en tonos claros.
  • Violeta: se suele asociar a la creatividad. Se cree que es más utilizado en niños/as empáticos/as y afectivos/as.
  • Rosa: se asocia a la amistad. Es un color que inspira calma y serenidad.
  • El empleo de muchos colores: reflejará en el niño/a un carácter tranquilo y sin perturbaciones. Denotará creatividad y simbolismo, así como conexión con la realidad.
  • Dibujo de un solo color: tendrá que ver, en la mayoría de los casos, con la falta de creatividad, pero también con una baja motivación y con la apatía.

Max Lüscher (psicoterapeuta suizo creador del Test de Color Lüscher), expresa que: “La percepción de los colores es un lenguaje sensorial”. Si bien es cierto que los dibujos infantiles no siempre tienen un significado intrínseco, sí merece la pena identificar ciertos síntomas de alarma fácilmente destacables en sus representaciones.

En definitiva, es importante analizar el dibujo infantil, ya que, es el mecanismo principal de expresión de las emociones del niño/a.