La tricofagia es un trastorno del control de impulsos caracterizado por la ingesta compulsiva de cabello propio o ajeno. Este comportamiento, a menudo asociado con la tricotilomanía, puede derivar en complicaciones físicas y psicológicas graves. El presente artículo revisa los principales síntomas, causas, consecuencias, comorbilidades y opciones terapéuticas asociadas a la tricofagia, destacando la necesidad de un abordaje multidisciplinario para su diagnóstico y tratamiento efectivos. También se profundiza en las implicaciones sociales y funcionales de este trastorno, su impacto a largo plazo y la importancia de la intervención temprana.
Palabras clave: tricofagia, trastorno del control de impulsos, comer pelo, tricotilomanía.
Introducción
Los trastornos del control de impulsos comprenden un conjunto de conductas repetitivas que resultan en daño personal o social. Dentro de este grupo, la tricofagia representa una conducta poco común pero clínicamente significativa. Se define como la ingestión repetitiva y compulsiva de cabello, ya sea propio o ajeno. Aunque en muchos casos pasa inadvertida, puede tener consecuencias clínicas serias (Grant & Chamberlain, 2023).
Históricamente ha sido poco estudiada, no obstante, en la actualidad ha ganado atención por su potencial comórbido con trastornos psiquiátricos como la tricotilomanía, la depresión y los trastornos de ansiedad (Nature Scientific Reports, 2025). Este artículo tiene como objetivo proporcionar una visión integral de la tricofagia, desde sus síntomas clínicos hasta las estrategias terapéuticas más efectivas.
Definición y características
La tricofagia es un comportamiento compulsivo que consiste en la ingesta del cabello, ya sea propio o de otra persona. Se considera una conducta repetitiva y disfuncional que, por lo general, se realiza de manera secreta. El acto puede ir acompañado de un ritual previo, como arrancar el cabello (tricotilomanía), o simplemente centrarse en la ingesta. Suele iniciarse en la infancia o adolescencia y puede prolongarse durante años si no se trata (Grant & Chamberlain, 2023).
¿Por qué se conoce como síndrome de Rapunzel?
El nombre del síndrome de Rapunzel proviene del personaje de Rapunzel, un cuento de hadas popularizado por los hermanos Grimm. En la historia, Rapunzel es una joven con una larga cabellera, lo cual es el elemento clave que inspira el nombre del síndrome.
En este trastorno, la persona generalmente ingiere tantos cabellos que estos se acumulan en el estómago formando una tricobezoar (bola de pelo), que puede extenderse hasta el intestino delgado, como si fuera una «cola» de cabello. Esta extensión recuerda a la larga melena de Rapunzel, de ahí la asociación y el nombre.
Diferencias entre tricofagia y tricotilomanía
Aunque suelen coexistir, la tricofagia y la tricotilomanía son trastornos distintos. La tricotilomanía se caracteriza por el impulso de arrancarse el cabello, generalmente de la cabeza, cejas o pestañas, sin fines de ingesta. Por otro lado, la tricofagia implica específicamente la acción de comer cabello. Se estima que entre el 10 % y el 20 % de quienes sufren tricotilomanía desarrollan tricofagia (Nature Scientific Reports, 2025).
Ambas conductas pueden compartir factores etiológicos y estar mediadas por mecanismos similares, como la ansiedad, el estrés o un bajo control de impulsos. Sin embargo, la tricofagia conlleva riesgos físicos adicionales, particularmente en el sistema digestivo, por lo que su identificación temprana es crucial.
Síntomas y detección clínica
El diagnóstico de la tricofagia es especialmente complejo, ya que los pacientes suelen negar la ingestión del cabello debido a sentimientos de vergüenza o culpa. En muchos casos, la presencia de alopecia localizada (sin causa dermatológica) puede ser la única pista visible que indica la existencia de este síndrome, y puede sugerir un diagnóstico de tricotilomanía asociada (Nature Scientific Reports, 2025).
Entre los síntomas conductuales comunes se encuentran (Nature Scientific Reports, 2025):
- Presencia de cabellos en la boca o ropa.
- Acumulación de cabello en la habitación o espacios íntimos.
- Aislamiento social.
- Intentos por ocultar la conducta ante familiares o amigos.
- Conductas repetitivas corporales.
- Quejas gastrointestinales persistentes.
- Tricobezoares observados por imagenología.
En muchos casos, es durante una consulta por dolor abdominal donde se descubre la tricofagia (Nature Scientific Reports, 2025).
Consecuencias
Las consecuencias de la tricofagia pueden dividirse en dos grandes categorías: físicas y psicológicas. Entre las primeras, destaca la formación de tricobezoares, masas compactas de cabello que se acumulan en el estómago o intestinos. Estos pueden provocar una serie de síntomas gastrointestinales como (Grant & Chamberlain, 2023):
- Náuseas y vómitos.
- Dolor abdominal.
- Estreñimiento o diarrea.
- Pérdida de peso inexplicada.
- Halitosis (mal aliento).
- Anemia ferropénica.
- Perforación intestinal o hemorragias digestivas.
En casos severos, los tricobezoares pueden requerir intervención quirúrgica, especialmente cuando obstruyen el tránsito intestinal (Grant & Chamberlain, 2023).
Además, existen consecuencias adicionales como lesiones en el cuero cabelludo, piel, dientes, y sistema musculoesquelético (dolor de cuello, espalda y hombros), debido a la repetición constante del comportamiento (Grant & Chamberlain, 2023).
Desde el punto de vista psicológico, la tricofagia está vinculada con altos niveles de angustia emocional, aislamiento social, disfuncionalidad laboral y académica, y una marcada disminución en la autoestima. Estos síntomas suelen estar acompañados de comorbilidades como ansiedad, depresión y trastornos de la personalidad (Comorbid PTSD and Trichotillomania, 2024).
Etiología y factores de riesgo
La etiología de la tricofagia no es completamente conocida, pero se considera multifactorial. Entre los factores de riesgo identificados se encuentran los siguientes:
Factores psicológicos
Se asocian con (Nature Scientific Reports, 2025):
- Baja autoestima
- Ansiedad crónica
- Estrés.
- Estados depresivos.
Factores sociales
Incluyen abuso, negligencia o disfunción familiar (Nature Scientific Reports, 2025).
Factores neurológicos y genéticos
La tricofagia se ha vinculado a alteraciones en el sistema de recompensa dopaminérgico y posibles factores hereditarios (Grant & Chamberlain, 2023).
Comorbilidad
Un estudio reciente encontró que el 68% de las personas con tricotilomanía presentan al menos un trastorno psiquiátrico comórbido, siendo los más comunes los trastornos de ansiedad (51%) y los trastornos depresivos (36%) (Nature Scientific Reports, 2025).
Trastornos del estado del ánimo
Aunque la tricofagia no es típica de la depresión, puede presentarse en algunos casos como una forma de autorregulación emocional, especialmente cuando hay componentes ansiosos o impulsivos.
- Trastorno depresivo mayor: en casos donde hay impulsividad, anhedonia o autoagresión leve.
- Trastorno distímico (trastorno depresivo persistente): puede coexistir si la persona tiene baja autoestima crónica y conductas compulsivas como forma de afrontamiento.
Trastornos de ansiedad
La tricofagia puede aparecer como una conducta compulsiva o de alivio frente a la ansiedad. Es más frecuente en personas que experimentan tensión interna constante.
- Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): la persona puede arrancarse y comerse el cabello como forma de aliviar la inquietud.
- Trastorno de ansiedad por separación y fobia social (en niños y adolescentes): en algunos casos, puede haber conductas repetitivas como tricofagia.
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): se relaciona estrechamente, especialmente cuando la conducta de ingerir cabello es ritualizada o imposible de resistir.
Trastornos alimentarios
Aunque la tricofagia no es una conducta alimentaria típica, puede clasificarse como parte de trastornos alimentarios atípicos o no especificados.
- Pica: es el diagnóstico más directo cuando se ingieren sustancias no nutritivas como el cabello. La tricofagia puede considerarse un subtipo de pica.
- Otros trastornos alimentarios especificados (OSFED): en personas con patrones alimentarios no normativos pero que no cumplen criterios completos para anorexia, bulimia o trastorno por atracón.
Trastornos de personalidad
En estos casos, la tricofagia suele formar parte de un patrón más amplio de conductas impulsivas, autodestructivas o repetitivas.
- Trastorno límite de la personalidad (TLP): la tricofagia puede aparecer como forma de autoagresión o regulación emocional.
- Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad (TOCP): si la conducta se vincula con perfeccionismo extremo o rigidez.
- Trastorno de la personalidad evitativa o dependiente: menos frecuente, pero posible si hay retraimiento emocional y conductas de consuelo infantilizadas.
Tratamiento
El abordaje terapéutico de la tricofagia requiere una intervención interdisciplinaria que incluya tanto atención médica como psicológica.
Terapia cognitivo-conductual (TCC)
La TCC ha mostrado gran eficacia. Incluye técnicas como (Walther et al., 2024):
- Inversión del hábito: El paciente aprende a reconocer las señales que preceden la conducta de comer cabello y a sustituirla por una acción incompatible, como cerrar el puño o acariciar el rostro.
- Reestructuración cognitiva: Se identifican y modifican pensamientos irracionales o negativos relacionados con la conducta.
- Autoinstrucciones: Se enseñan frases o pensamientos de control que el paciente debe repetir para evitar la conducta disfuncional.
- Autorrefuerzo: Se promueve el refuerzo positivo de comportamientos alternativos saludables.
- Exposición con prevención de respuesta: El paciente se expone gradualmente a las situaciones que desencadenan el deseo de comer cabello, sin llevar a cabo la conducta.
La combinación de TCC con terapia de aceptación y compromiso (ACT) también ha mostrado beneficios (Walther et al., 2024).
Por otro lado, se ha demostrado que intervenciones psicológicas basadas en mindfulness y entrenamiento en regulación emocional tienen efectos positivos sobre la reducción de comportamientos de tracción e ingestión del cabello, especialmente cuando se combinan con estrategias de reestructuración cognitiva y exposición (Norberg et al., 2024).
Terapia farmacológica
Aunque existen tratamientos farmacológicos exploratorios, la evidencia más sólida continúa respaldando la intervención psicológica (Norberg et al., 2024).
Abordaje multidisciplinario
Se recomienda el trabajo conjunto entre psicología y gastroenterología, especialmente cuando hay tricobezoares u otras complicaciones médicas (Grant & Chamberlain, 2023).
Ejemplos destacados
Adolescente británica (Reino Unido, 2007)
En 2007, una adolescente de 16 años del Reino Unido fue hospitalizada con fuertes dolores abdominales, pérdida de peso significativa y vómitos constantes. Tras realizarle estudios médicos, los doctores descubrieron un enorme tricobezoar en su estómago, que se extendía hacia el intestino delgado.
El bezoar, formado por años de ingesta compulsiva de cabello, requirió una cirugía mayor para su extracción. Este caso ganó notoriedad no solo por la gravedad médica, sino también por el diagnóstico y la magnitud del bezoar. La paciente recibió tratamiento psicológico posterior para abordar el trastorno subyacente, relacionado con la tricotilomanía.
Adolescente india (India, 2017)
En 2017, otra adolescente de 16 años en India fue protagonista de uno de los casos más extremos del síndrome de Rapunzel. La joven acudió al hospital con síntomas similares: dolor abdominal, pérdida del apetito y debilidad severa. Al practicarle una endoscopía, los médicos hallaron una gigantesca masa de cabello en su estómago.
Durante la cirugía, se extrajo un tricobezoar de más de 2 kilogramos, considerado uno de los más grandes registrados hasta esa fecha. La extensión del cabello ingerido también alcanzaba parte del intestino delgado. Este caso fue reportado ampliamente en medios indios e internacionales por su espectacularidad y por servir como ejemplo claro de la importancia de abordar los problemas psicológicos a tiempo.
¿Por qué no se encuentra el síndrome de Rapunzel en el DSM-V?
El síndrome de Rapunzel no está incluido en el DSM-5 porque no es un trastorno mental en sí mismo, sino una complicación médica que resulta de ciertos trastornos subyacentes.
- El DSM-5 clasifica trastornos psicológicos y conductuales con criterios diagnósticos bien definidos. El síndrome de Rapunzel, en cambio, es una condición causada por conductas como comerse el cabello (tricofagia).
- El síndrome de Rapunzel es muy infrecuente, con solo unas pocas decenas de casos bien documentados en la literatura médica. El DSM-5 se enfoca en trastornos con prevalencia y evidencia científica suficientes como para establecer criterios diagnósticos propios.
- Las conductas que llevan al síndrome (como la ingestión de cabello) ya están contempladas dentro de otros diagnósticos del DSM-5. Incluir el síndrome como una categoría aparte sería redundante, ya que su aparición se puede explicar completamente desde esos trastornos.
- El síndrome no tiene un patrón único de síntomas mentales. Puede deberse a distintos trastornos, y su aparición depende más de la gravedad del comportamiento compulsivo o impulsivo que de una condición psicológica autónoma.
En resumen, no está en el DSM-5 porque es un resultado médico, no un diagnóstico per se. Es como una “consecuencia” de trastornos mentales que sí están clasificados.
Conclusión
La tricofagia afecta profundamente la calidad de vida del paciente. A pesar de su baja prevalencia, sus consecuencias pueden ser severas si no se diagnostica y trata adecuadamente.La detección temprana y la intervención adecuada pueden prevenir complicaciones físicas graves y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Es fundamental continuar la investigación y aumentar la conciencia sobre este trastorno para facilitar su reconocimiento y manejo clínico.
Bibliografía
Comorbid posttraumatic stress disorder and trichotillomania. (2024). PubMed. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/39208527Grant, J. E., & Chamberlain, S. R. (2023). Recent advances in trichotillomania: A narrative review. Neuropsychiatric Disease and Treatment, 19, 1001–1012. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38126097Nature Scientific Reports. (2025). Sociodemographic and clinical characteristics of 1,234 individuals with trichotillomania. Scientific Reports, 15, Article 95416. https://www.nature.com/articles/s41598-025-95416-wNorberg, M. M., Wetterneck, C. T., & Woods, D. W. (2024). Mindfulness and emotion regulation training in the treatment of trichotillomania: A clinical update. Behavior Therapy, 55(2), 101–112. https://doi.org/10.1016/j.beth.2024.01.005
Walther, M. R., McDonald, L. A., & Franklin, M. E. (2024). Psychosocial treatment of trichotillomania: A review. Journal of Anxiety Disorders, 98, 102791. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1077722924000713

Graduada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM)
Máster en Psicología de la Intervención Social en la Universidad de Granada (UGR)
Máster en Psicología General Sanitaria en la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR)