TCA: Trastornos de la conducta alimentaria

Los trastornos alimenticios: anorexia, bulimia, ortorexia, síndrome del atracón, síndrome del comedor selectivo y otros trastornos alimentarios aumentan de manera alarmante cada año sobre todo en la adolescencia.  Los TCA son un problema de gran gravedad, que produce miles de muertes cada año alrededor del mundo.

El origen de los trastornos de la conducta alimentaria es multifactorial, intervienen en su desarrollo factores genéticos, biológicos, de personalidad, familiares y socioculturales.

¿Qué son los trastornos alimenticios?

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son una serie de enfermedades que afectan cada vez más a la población occidental. Suelen iniciarse en la adolescencia y se caracterizan por un tipo de patrón patológico en relación a la ingesta alimentaria. La persona que padece un trastorno alimentario hace un uso disfuncional de la comida que ingiere, por defecto o por exceso, afectando gravemente a su salud física y su funcionamiento psicosocial.

La preocupación social por los desórdenes de la conducta alimentaria ha ido en aumento, aunque en los últimos años se ha logrado comprender mejor y tratar con eficacia algunos de los más importantes, como la anorexia y la bulimia.

Las personas que padecen un trastorno alimenticio se caracterizan por tener hábitos de alimentación irregulares y una excesiva preocupación por su peso y forma buscando su valía mediante la aprobación y la aceptación de los demás por medio de su imagen corporal.

La falta de autoestima, trastornos afectivos, depresión e inseguridad influyen en los trastornos de la conducta alimentaria. Además, existen múltiples factores causales que influyen en el desarrollo de sintomatología patológica relacionada con la comida como los medios de comunicación. Vivimos desbordados de mensajes que nos dicen que para ser bell@s debemos permanecer delgados, lo cual se percibe a su vez como un signo de éxito social y prestigio.

¿Por qué se acentúa el desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria en la adolescencia?

La adolescencia es una etapa crítica en la construcción de la identidad personal y de la personalidad adulta. En esta época de cambio continuo, solemos sentir un cierto descontrol debido a las grandes transformaciones que experimentamos en nuestro cuerpo y en nuestra perspectiva de la vida, que a su vez nos lleva a la madurez.

Conformar la propia identidad es un proceso individual a la vez que relacional, el cual requiere tener conciencia de uno mismo y de ser distinto a los demás. En este sentido, durante el camino de la propia formación de la personalidad, la imagen corporal supone un factor principal, que cobra mucha importancia.

Nos presentamos ante los demás ofreciendo nuestra imagen. Algunos autores decían que “No hay forma de imaginar quienes somos, ni siquiera nosotros mismos, sin una imagen corporal”.

Los medios de comunicación se hacen eco de ello y nos muestran continuamente prototipos de belleza y de comportamiento ideales, así como modelos estéticos deseables con un determinado canon estético, muchas veces inalcanzable para la mayoría.

Las chicas, son las que se ven más afectadas por los trastornos alimentarios, dadas las imposiciones sociales y culturales que promueven un patrón estético delgado y perfecto, no obstante cada vez más chicos se encuentran en la misma situación.

El fin último de lograr un aspecto delgado, bonito y cuidado es la aceptación social.

Dado que los factores sociales son en gran medida motores responsables del aumento de estas conductas patológicas, los psicólogos de Canvis creemos que es de vital importancia una psicoeducación al respecto que contrarreste la presión social que ejercen los medios de comunicación, el mundo de la moda y las tallas pequeñas.

Tipos de trastornos alimenticios más frecuentes

1.- Anorexia nerviosa

La anorexia nerviosa se  caracteriza por un profundo deseo de adelgazar y un temor desmesurado a subir de peso. Se presenta además, con un trastorno del esquema corporal el cual hace que la persona afectada se vea a sí misma de manera distorsionada, es decir, más gorda de lo que está. El deseo intenso de perder peso, moldea sus interacciones sociales y su relación con la alimentación, lo cual se traduce en una fuerte restricción alimentaria, ejercicio físico intenso y en conductas de purga.

Las alteraciones principales que forman el cuadro clínico de la anorexia nerviosa son de naturaleza cognitiva, conductual y emocional. La persona afectada presenta multitud de pensamientos distorsionados en relación a la comida y su figura, sufriendo trastornos de la imagen corporal y enfocando su atención e interés diarios casi únicamente en el peso y la figura, la cual va modificándose paulatinamente a base de la dieta. En el plano conductual, es precisamente en el inicio de la dieta restrictiva cuando comienzan las alteraciones de conducta.

Estos pacientes suelen esconder sus sentimientos de rechazo hacia la comida y, solo cuando están en privado pueden provocarse vómitos, usar laxantes y diuréticos.

Es muy común ver a personas con este trastorno alimenticio estar involucradas en exceso en actividades físicas con la finalidad de seguir perdiendo peso.

2.- Bulimia nerviosa

La bulimia nerviosa se presenta con un patrón de alimentación desorganizado y anormal, con episodios de ingesta desmesurada los cuales van seguidos de conductas de compensación y purga para lograr eliminar del organismo la comida ingerida.

El sufrimiento derivado de la insatisfacción con el propio cuerpo lleva a la persona a:

  • Las purgas: en las que la persona afectada puede verse envuelta en un ciclo continuo de ingestas anormales y vómitos compensatorios.
  • La compensación: de la ingesta excesiva con ejercicio físico intenso o ayuno.

Las personas que sufren el trastorno alimenticio de la bulimia tienen sentimientos desorganizados relativos a varios aspectos de su vida, no solamente con la alimentación. Sus estados de ánimo fluctúan y así lo hacen también sus actitudes ante la comida.

¿Cuáles son las diferencias entre la anorexia y la bulimia?

El inicio de la sintomatología es en la adolescencia temprana en el caso de la anorexia y en la adolescencia tardía en la bulimia.El tipo de dieta también dista entre ambas patologías siendo restrictiva y ordenada en la anorexia y variable y desordenada en la bulimia.El peso. Las personas con anorexia suelen bajar de peso de manera progresiva hasta llegar a un índice de masa corporal por debajo del baremo saludable, controlando de manera estricta su dieta. En la bulimia, el peso suele ser poco variable y el control de este es inestable.

3.- Síndrome del comedor selectivo

Las personas con este tipo de trastorno de la conducta alimentaria se caracterizan por alimentarse únicamente con menos de 10 alimentos diferentes durante al menos dos años llevando una dieta descompensada y monótona que afecta gravemente a su salud física.

Esta selección de alimentos a un grupo tan reducido puede deberse a la adicción a los mismos, por miedo a engordar, por no cocinar o por una mala alimentación infantil dónde predominaba la neofobia (miedo a probar alimentos nuevos).

Aunque la selección de alimentos para su ingesta es un comportamiento relativamente común en la primera infancia, ésta conducta estricta con el tipo de alimentos que se ingieren puede persistir cuando los niños crecen e incluso si es adolescente.

En el caso de niños mayores de 6 años y adolescentes con el síndrome del comedor selectivo se genera mucha ansiedad ante la obligación de los padres por comer de todo lo que acentúa aún más su conflicto con la comida.

4.- Ortorexia: obsesión por comer sano

La ortorexia es una obsesión patológica por la comida sana, en este tipo de trastorno alimenticio lo que importa no es la cantidad sino la calidad de los alimentos. La comida domina la vida de quienes padecen ortorexia.

Los ortoréxicos buscan controlar todo aquello que va a formar parte de su cuerpo siendo necesariamente sano y natural lo cual, conlleva muchas restricciones y sacrificios que acaban afectando a la salud de quienes lo padecen.

Son personas con perfil obsesivo compulsivo, rígidos, estrictos y muy exigentes consigo mismos. Para los que padecen el trastorno alimenticio de la ortorexia no sólo importan las calorías e ingredientes (aditivos, conservantes, etc.) sino también que aquellos alimentos que ingieren deban estar libres de pesticidas, herbicidas y componentes transgénicos.

5.- Trastorno por atracón – BED (Binge Eating Disorder)

Como su propio nombre indica, este trastorno alimenticio conlleva darse atracones de comida de forma compulsiva en un breve período de tiempo de forma incontrolada hasta sentirse lleno. Tras la excesiva y rápida ingesta de comida, estas personas sufren malestar emocional, ataques de culpa y desánimo pero a diferencia de la bulimia nerviosa, los atracones no están asociados a actor compensatorios inadecuados como el vómito, uso de diuréticos y/o la práctica compulsiva de ejercicio físico.

Algunas personas utilizan la comida como vía de escape para aliviar su angustia y malestar. Las personas que sufren el trastorno alimenticio por atracón son mayoritariamente mujeres con rasgos depresivos y en un 50% de los casos, se trata de personas obesas siendo este trastorno alimenticio la causa de dicha obesidad.

Obesidad

La obesidad, aunque no es un trastorno alimenticio, es una condición altamente preocupante y que va en aumento en las sociedades desarrolladas. La obesidad está definida como la excesiva acumulación de grasa, considerándose obeso quien tiene más de un 20% de exceso de peso según su talla.El exceso de masa corporal puede comportar riesgos para la salud ya que las personas en estas condiciones se ven expuestas a enfermedades como la diabetes, la hipertensión, las cardiopatías, entre otras.La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la obesidad como una epidemia de nuestro siglo que tiene fuertes repercusiones no solamente en la calidad de vida de las personas, sino también en el plano emocional, psicológico y en el plano socio sanitario.

Los psicólogos de Canvis Barcelona estamos comprometidos con los problemas que afectan a nivel social y cuando se trata de trastornos alimentarios, sabemos a lo que nos atenemos.

Nuestra manera de entender la psicología nos lleva a estipular unos objetivos de tratamiento orientados a lograr el dominio de la autonomía de los personas con problemas de alimentación, a alcanzar la expresión y desbloqueo emocional, aumentar la tolerancia a la frustración y, en definitiva, a construir un sentimiento de poder  y autoestima que permita a los pacientes con trastornos alimenticios a centrarse en logros diferentes al rígido control de su peso corporal o el control del tipo y cantidad de ingesta de alimentos.