El Trastorno de Personalidad por Dependencia (TPD) es un trastorno de salud mental que se caracteriza por una fuerte y excesiva necesidad de los demás, miedo al abandono y un miedo abrumador a estar solo. Las personas con Trastorno de la personalidad por dependencia suelen tener dificultades para tomar decisiones, asumir responsabilidades y expresar sus opiniones. Tienden a depender en gran medida de los demás para que tomen decisiones por ellos, les proporcionen apoyo emocional y cuiden de ellos.

El Trastorno de la Personalidad por Dependencia, es una enfermedad relativamente rara, y se calcula que sólo el 0,5% de la población general puede padecerla. Sin embargo, puede afectar significativamente a la vida de una persona y provocar una amplia gama de problemas, como dificultades en las relaciones, baja autoestima e incluso depresión.

En esta entrada del blog de Canvis, exploraremos las causas, los síntomas y los tratamientos de este trastorno.

¿Cuáles son las posibles causas del trastorno de la personalidad por dependencia?

Aún no se conocen con exactitud las causas del TPD. Sin embargo, al igual que muchos otros trastornos de la personalidad, se cree que en su desarrollo interviene una combinación de factores genéticos y ambientales. Algunos estudios han sugerido que un entorno familiar disfuncional, en el que la persona puede haber sufrido negligencia, abusos o falta de apoyo emocional durante la infancia, puede aumentar el riesgo de desarrollar este trastorno.

Otros investigadores han sugerido que el TPD puede estar relacionado con cambios en la química cerebral o desequilibrios hormonales. Estos cambios pueden afectar a la forma en que el cerebro de una persona procesa la información relacionada con las emociones, las relaciones y la autoestima.

Síntomas del trastorno de la personalidad por dependencia

Las personas con este trastorno suelen tener dificultades para tomar decisiones, especialmente cuando se trata de tareas cotidianas, como qué ropa ponerse o qué comer. Pueden llegar a depender excesivamente de los demás para que les aconsejen, les tranquilicen y les den apoyo emocional. También pueden tener dificultades para expresar sus opiniones o sentimientos, por miedo a disgustar o decepcionar a los demás.

Otros síntomas comunes del TPD son:

  • Una fuerte necesidad de complacer a los demás
  • Miedo a estar solo
  • Miedo excesivo al rechazo o al abandono
  • Baja autoestima y sentimientos de inutilidad
  • Incapacidad para asumir la responsabilidad de sus actos.
  • Dificultad para entablar y mantener amistades o relaciones románticas.
  • Miedo excesivo a la crítica o la desaprobación
  • Tendencia a aferrarse a los demás y a ser excesivamente posesivo en las relaciones.

Diagnosticar el TPD puede ser difícil porque los síntomas suelen ser similares a los de otros trastornos de la personalidad, como el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) o el Trastorno de Personalidad por evitación (TPE). Para hacer un diagnóstico, los profesionales de la salud mental suelen realizar una evaluación exhaustiva, que incluye una evaluación psicológica y una revisión del historial médico de la persona.

La evaluación también puede incluir entrevistas con familiares, amigos u otras personas que tengan un conocimiento significativo del comportamiento y los rasgos de personalidad de la persona. Es esencial descartar otras afecciones médicas que puedan estar causando los síntomas, como ansiedad o depresión.

Criterios diagnósticos del DSM-IV-TR

Una necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, que produce un comportamiento de sumisión y apego y temores de separación, que empiezan en el principio de la edad adulta y se encuentra presente en una seria de contextos, con los siguientes síntomas:

  1. Le es difícil tomar decisiones cotidianas sin una cantidad exagerada de consejo y recomendaciones por parte de los demás.
  2. Necesita que otras personas asuman la responsabilidad en las áreas más importantes de su vida.
  3. Le es difícil expresar desacuerdo ante otras personas por temor a perder su apoyo o aprobación.
  4. Se esfuerza en exceso para obtener cuidado y apoyo por parte de los demás, hasta el punto de hacer voluntariamente cosas que le desagradan.
  5. Se siente incómodo o indefenso cuando está solo/a, debido a temores exagerados a ser incapaz de cuidar de sí mismo/a.
  6. Está preocupado/a de forma poco realista por el temor de que le abandonen y tenga que cuidar de sí mismo.
  7. Busca urgentemente otra relación como fuente de cuidado y apoyo cuando termina una relación íntima.
  8. Le es difícil iniciar proyectos o hacer cosas por propia iniciativa.

Tratamiento del trastorno de la personalidad por dependencia

Como muchos otros trastornos de la personalidad, el TPD puede ser difícil de tratar. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, las personas con este trastorno pueden llevar una vida satisfactoria y gratificante. Los tratamientos más eficaces para el Trastorno de la personalidad por dependencia suelen incluir una combinación de psicoterapia, medicación y cambios en el estilo de vida.

Psicoterapia

La psicoterapia, también conocida como terapia de conversación, suele ser la primera línea de tratamiento para el TPD. El objetivo de la psicoterapia es ayudar a la persona a comprender mejor sus pensamientos y comportamientos y a desarrollar estrategias de afrontamiento más sanas. Varios tipos de terapia pueden ser eficaces para tratar el TPD, entre ellos:

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Este tipo de terapia se centra en la modificación de los pensamientos y comportamientos negativos y en desarrollar mecanismos de afrontamiento más sanos.
  • Terapia psicodinámica: Este tipo de terapia se centra en explorar y resolver conflictos inconscientes que pueden estar contribuyendo a los síntomas de la persona.
  • Terapia interpersonal: Este tipo de terapia se centra en mejorar las relaciones interpersonales de la persona, habilidades y relaciones interpersonales, ayudándoles a comunicarse eficazmente, a establecer límites saludables y a mejorar su autoestima.

Medicación

También puede utilizarse medicación para tratar el Trastorno de la personalidad por dependencia, sobre todo si la persona padece otras afectaciones, como ansiedad o depresión. Pueden recetarse antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), para ayudar a controlar los síntomas de la depresión y la ansiedad. En algunos casos también pueden recetarse otros medicamentos, como ansiolíticos o antipsicóticos.

Cambios en el estilo de vida

Además de la terapia y la medicación, los cambios en el estilo de vida también pueden ayudar a controlar los síntomas de la TPD. Estos cambios pueden incluir:

  • Crear una red de apoyo de amigos y familiares de confianza que puedan ofrecer apoyo emocional y orientación.
  • Desarrollar una rutina de autocuidado que incluya actividades como ejercicio, meditación consciente y técnicas de relajación.
  • Establecer objetivos realistas y aprender a asumir la responsabilidad de los propios actos.
  • Aprender a comunicarse de forma eficaz y asertiva, expresando las propias necesidades y opiniones y respetando los límites de los demás.

Vivir con el Trastorno de la Personalidad por Dependencia

Vivir con el trastorno de la personalidad por dependencia puede ser un reto, pero con el tratamiento y el apoyo adecuados, es posible controlar los síntomas y vivir una vida plena. He aquí algunos consejos para controlar el TPD:

  • Busque ayuda profesional: Es esencial la búsqueda de un profesional de la salud mental que pueda proporcionar un diagnóstico preciso y ayudar a desarrollar un plan de tratamiento que satisfaga las necesidades especificas.
  • Construir una red de apoyo: Contar con una red de apoyo formada por amigos y familiares de confianza puede ayudar a controlar los síntomas. Rodearse de personas comprensivas, que apoyen y no juzguen.
  • Aprender a comunicarse eficazmente: Aprender a comunicarse de forma eficaz y asertiva puede ayudar a expresar las necesidades y opiniones respetando los límites de los demás. Esto puede ayudar a establecer relaciones sanas y a reducir los sentimientos de dependencia.
  • Practicar el autocuidado: Desarrollar una rutina de autocuidado que incluya actividades como ejercicio, meditación consciente y técnicas de relajación puede ayudar a controlar los síntomas de ansiedad y depresión.
  • Establecimiento de objetivos realistas: Establecer objetivos realistas y aprender a responsabilizarse de las acciones puede ayudar a ganar confianza y reducir los sentimientos de impotencia y dependencia.

Conclusión

El Trastorno de Personalidad por Dependencia es un trastorno mental complejo que puede afectar significativamente a la vida de una persona. Sin embargo, con el tratamiento y el apoyo adecuados, es posible controlar los síntomas y llevar una vida plena. Un profesional de la salud mental puede proporcionar un diagnóstico preciso y ayudar a aquellas personas que lo requieran, a desarrollar un plan de tratamiento adecuado y adaptado a las necesidades pertinentes.

Esperamos que esta nueva entrada en blog de Canvis os haya resultado interesante y de utilidad para conocer un poco más en profundidad el Trastorno de la personalidad por dependencia.

Bibliografía

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