La soledad como fenómeno psicológico

¿Alguna vez te has sentido aislado aun estando rodeado de gente? ¿Te gustaría entender por qué a veces disfrutas de la soledad pero en otras ocasiones te evoca sentimientos de profunda tristeza?

Si en algún momento de tu vida te has hecho alguna de estas preguntas, este artículo podrá darte algunas respuestas.

Hoy en día muchas personas sufren de soledad debido a un amplio abanico de razones, muchas de ellas originadas por el estilo de vida que nos impone la sociedad: las crisis económicas, el consumismo, el desempleo, la inseguridad, la necesidad de emigrar a otro país para estudiar y/o trabajar, no tener un grupo de apoyo, entre otras.

A partir de la publicación del libro de Eva Muchinik y Susana Seidman, Aislamiento y Soledad(1998, pg. 33-35) se comprende la soledad como “el sentimiento prolongado, desagradable, involuntario, de no estar relacionado significativamente o de manera próxima con alguien”.

En aquellas ocasiones en las que la soledad se produce durante un espacio de tiempo largo, puede resultar doloroso para el individuo y experimentar una condición desagradable, que incluso llega a causar en las personas depresión, aislamiento y reclusión. Por ello, es importante detectar nuestros sentimientos y distinguir los tres tipos de soledad ante los que nos podemos encontrar.

«La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente.» > Carmen Martín Gaite

Tipos de soledad

  • Soledad protectiva. Aquí concebimos la soledad como algo positivo y de carácter voluntario. No debemos detectarla como un síntoma de alarma ya que el individuo utiliza la desconexión como fuente de experiencia y enriquecimiento personal. O como decía Federico García Lorca, poeta y dramaturgo español, “la soledad es la gran talladora del espíritu”.
  • Soledad emocional. Se desencadena por el fallecimiento o separación de nuestros seres queridos y personas relevantes en nuestra vida. El sufrimiento al que una persona se enfrenta ante una pérdida es irremplazable, aunque no irreparable.
  • Soledad interna. Un término que describe al individuo como emocionalmente aislado, a pesar de tener una red social normal. En este estado, el individuo carece de una relación íntima con una figura de apego (siendo ésta la principal causa de su malestar) o por la falta de lazos con un grupo social cohesivo de pertenencia (una red social de amigos o una organización vecinal).

«Nuestro gran tormento en la vida proviene de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad.» > Guy de Maupassant

Las causas de la soledad

El libro recientemente mencionado, Aislamiento y Soledad (1998, pg. 57) muestra que investigadores y clínicos coinciden en señalar dos causas principales:

  • Causas internas o personales: dificultad para estar solo, habilidades sociales deficientes, patrones cognitivos disfuncionales o como mecanismo de defensa relacionado a situaciones traumáticas previas.
  • Causas externas o situacionales: carencia de recursos sociales, económicos, demográficos.

«¿Por qué, en general, se rehuye la soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos.» > Carlo Dossi

Los efectos de la soledad en la salud

Las conducta más distintiva de la soledad es el aislamiento social, pero también es importante saber que tal y como indican especialistas en Psicología y Psiquiatría, el aumento de la tristeza afecta directamente al funcionamiento del cortisol (hormona del estrés), lo que provoca un mal funcionamiento del sistema endocrino e inmunitario.

Los efectos que provoca este estado implican un riesgo importante en la salud de los individuos y se encuentra asociada a enfermedades cardiovasculares, hipertensión y demencia. De esta forma se explica cómo las personas que sufren de aislamiento pueden ver afectada la respuesta defensiva de su organismo y la producción de anticuerpos, lo que provoca que estos individuos sean más propensos a contraer enfermedades víricas, cardíacas o cáncer y riesgo a morir prematuramente.

«El hombre grande es aquel que en medio de las muchedumbres mantiene, con perfecta dulzura, la independencia de la soledad.» > Emerson

La personalidad de la soledad

Uno de los perfiles más propenso a sufrir soledad es el de un hombre soltero, de edad avanzada y que habita en grandes ciudades.

En España, según el Informe Sobre el Estado Social de la Nación, una de cada diez personas se siente sola con mucha frecuencia. Además, datos del INEM, IMSERSO y CIS avalan que más de 4,6 millones viven solas.

Fuente INEM, IMSERSO y CIS

En la Unión Europea las cifras son más alarmantes. Los datos publicados por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) demuestran que un 6% de los habitantes residentes en el continente, no cuentan con una red social o alguien de confianza con quién hablar de sus problemas personales; lo que corresponde a unas 30 millones personas aisladas.

Tratamiento psicológico del sentimiendo de soledad

La soledad tiene una consecuencia directa en nuestras relaciones interpersonales con los demás, que afecta nuestra condición natural de seres sociables que tienen la necesidad de compartir.

De esta forma, se dibuja en la sociedad un nuevo perfil de soledad, en el que no sólo se ven implicados las personas mayores, sino que se extiende a otros rangos poblacionales, como es por ejemplo el de los jóvenes que se sienten solos aunque están conectados a las redes sociales. Nos encontramos ante una paradoja de la soledad, ya que en tiempos de hiperconexión en los que internet y las redes sociales son omnipresentes, las relaciones se ven empobrecidas y pasamos más tiempo con representaciones virtuales de los otros que con los individuos físicos, relaciones que acompañan pero no mitigan la sensación de soledad.

Según Kira Astryan, colaboradora de Psychology Today y coach de nuevas empresas de Silicon Valley:

Cuando una relación carece de cercanía percibes que la otra persona realmente no te conoce y/o realmente no se preocupa por ti. La soledad es esencialmente la tristeza causada por la falta de cercanía, también conocida como tristeza causada por la distancia. Es por eso que no funciona simplemente rodearse de personas. De hecho, debes sentirte cerca de ellos.

La interacción con otros individuos es una acción constante y diaria, por ello será importante realizarla de una forma óptima. Sin embargo, frecuentemente nos encontramos ante pacientes que muestran dificultades en sus interacciones sociales debido a problemas de inseguridad, bloqueo, nerviosismo, ansiedad y aislamiento, que provoca en ellas problemas emocionales y psicológicos de relevancia clínica.

En aquellos casos en los que las habilidades sociales y la interacción con los individuos se ven afectadas, pudiendo causar daños en el desarrollo personal, social, laboral y/o sentimental, estaríamos hablando de problemas relacionales.

Ante este problema social, es necesario que los profesionales de salud realicemos un trabajo conjunto que ayude a identificar los factores de riesgo que pueden desembocar en la soledad.

«La soledad, si bien puede ser silenciosa como la luz, es, al igual que la luz, uno de los más poderosos agentes, pues la soledad es esencial al hombre. Todos los hombres vienen a este mundo solos y solos lo abandonan.» > Thomas De Quincey

¿Cómo podemos ayudarte?

Desde el Centro de Psicología Canvis de Barcelona, el equipo de psicólogos ayuda a fomentar la autonomía de estas personas para favorecer su sociabilidad e intervenir sobre sus pensamientos mal adaptativos que obstaculizan su integración social, focalizando las intervenciones en los siguientes puntos:

  • Reconocer los sentimientos que llevan a la persona a estar aislado
  • Conservar y cuidar las relaciones con familiares y amigos
  • Evitar encerrarse en uno mismo buscando apoyo social
  • Promover actividades sociales, recreativas o de voluntariado
  • Utilizar las redes sociales pero de forma moderada

Las técnicas que utilizamos son terapias breves y focales para ayudar a la persona que sufre este síntoma a salir del aislamiento para vivir en mejor armonía con él mismo y todo el entorno.