¿Notas que te sientes constantemente juzgado por los demás? ¿Tienes un miedo persistente e irracional a lo que piensan los demás de ti? ¿Esto hechos generan un cambio en tu día a día? ¿Los ámbitos social, familiar y laboral se ven afectados? Si se ha sentido así durante más de 6 meses y dichos sucesos afectan a su vida diaria, es posible que esté pasando por una fobia social.

Las personas que padecen fobia social normalmente sienten miedo de situaciones en las que pueden ser juzgados por los demás y quieren evitarlas. Solo el hecho de pensar en estar rodeado de gente que te puede estar juzgando genera mucha ansiedad, malestar y causa limitaciones en la vida cuotidiana de la persona en cuestión. El temor intenso y persistente a que los demás te estén observando y juzgando genera una fuerte ansiedad que afecta directamente a las actividades diarias que antes podías hacer sin problemas como ir a comprar el pan, llevar a tus hijos a la escuela, quedar con tus amistades u otras actividades.

Si se siente identificado con estos dos párrafos, no se preocupe, la ansiedad social se puede tratar y usted mismo con la ayuda profesional necesaria, podrá poner fin a estos problemas que no le permiten disfrutar al 100% de su día a día.

¿Qué es la fobia social?

La fobia social es uno de los trastornos más prevalentes y por los que más se demanda atención psicológica. Según la clasificación del DSM-V, la fobia social se da cuando la persona siente una ansiedad intensa en situaciones sociales en las que puede estar expuesto al posible examen por parte de otras personas. La persona con fobia social siente miedo de mostrar síntomas de ansiedad que se puedan valorar negativamente, es decir, tiene miedo a que los otros perciban los nervios y la ansiedad que esta sufriendo y que entonces lo avergüencen y sentirse rechazado.

Así pues, las situaciones sociales prácticamente siempre provocan miedo o ansiedad y es por eso que se evitan o se intentan resistir el máximo posible con miedo y ansiedad. Por lo tanto, la persona que sufra de fobia social, no hará falta que sienta ansiedad por estar en situaciones sociales, el sólo hecho de pensarla, evitarla o resistirla también puede generar miedo y ansiedad.

Este miedo y ansiedad que siente la persona con fobia social no se ajusta a la amenaza real que plantea la situación social. Mantener una conversación, por ejemplo, no debería generar la ansiedad necesaria como para no querer salir de casa y evitar la situación. Esta ansiedad, según el DSM-V tiene que durar como mínimo 6 meses. Además, el miedo, la ansiedad o la evitación causa un malestar significativo o un deterioro social, laboral o en otras áreas importantes. Genera cambios en la vida cuotidiana de la persona que le hacen disfrutar menos de su día a día y de la vida.

¿Cómo diferenciar entre fobia social y trastorno de pánico, dismórfico corporal, TEA y otras fobias?

En primer lugar, el trastorno de pánico genera una sintomatología ansiosa más aguda que la fobia social. La gente que sufre de trastorno de pánico, generalmente piensa que va a morir por un ataque de corazón debido a las fuertes palpitaciones que sufre, así como una opresión importante en el pecho. Se produce una aparición súbita de miedo intenso que alcanza su máximo en pocos minutos. En cambio, el nivel de ansiedad en la fobia social es menor, es más progresivo y no tan súbito y está directamente relacionado con situaciones en las que el individuo se puede sentir juzgado por los demás.

Las personas que padecen de trastorno dismórfico corporal sienten ansiedad por defectos o imperfecciones percibidas en su físico que no tienen importancia o que no son observables por otras personas. Por estos hechos, pueden quedarse en casa para no ser juzgados, pero no estaríamos hablando de fobia social porque la ansiedad se genera por pensar que los otros juzgaran una concepción errónea de su físico que el sujeto percibe como real.

Las personas con TEA tienen dificultades severas para tener relaciones sociales, además tienen una comunicación social poco desarrollada. En cambio, una persona con fobia social no presenta tales dificultades para mantener una relación social y no presenta problemas en las habilidades asociadas a la comunicación social.

Por otro lado, es importante saber diferenciar la fobia social de otras fobias como la específica o la agorafobia:

  • La fobia específica se caracteriza por presentar miedo o ansiedad intensa por un objeto o situación específica, como podría ser el hecho de volar, las alturas, a insectos como las arañas, a agujas, sitios cerrados, sonidos, etc. En definitiva, la fobia se puede especificar y ubicar muy claramente. En algunos casos, se puede parecer mucho a la fobia social e incluso pueden compartir sintomatología, pero mantienen sus diferencias.
  • La agorafobia se caracteriza por presentar miedo o ansiedad que aparecen cunado la persona se expone a situaciones agorafóbicas como estar en medio de una multitud, usar transporte público, estar fuera de casa solo. La ansiedad aparece porque la persona tiene miedo de encontrarse en situaciones de las que no podrá escapar si se siente angustiado y necesite marchar.

¿Por qué tengo fobia social?

La fobia social puede tener varios orígenes, pero lo más común es que se de por una interacción entre lo biológico y lo ambiental:

  • Factores ambientales: principalmente el papel que tiene el entorno que te rodea en tu forma de ser y de vivir. Si en tu vida cuotidiana tienes elementos estresores constantes, pueden generar que tengas más facilidad a desarrollar una conducta fóbica que otra persona que no tiene estos factores externos. Otro ejemplo de factores ambientales podría ser la relación que tiene la persona con su madre y su padre, si estos han sido excesivamente controladores y protectores durante la infancia del sujeto, entonces este tiene más facilidad para desarrollar fobia social.
  • Herencia: hay predisposición genética a la ansiedad. Si una persona es ansiosa des de pequeña, sus descendientes tendrán más probabilidad de sufrir ansiedad cuando se presenten factores ambientales que les activen.
  • El cerebro: hay una zona en el cerebro encargada del control de la respuesta delante de situaciones ansiosas llamada núcleo amigdalino. Si esta zona del cerebro está más activa de lo normal por factores biológicos, entonces la respuesta puede ser exagerada delante situaciones que a priori no deberían generar tal miedo.

¿Qué riesgo tengo de sufrir fobia social?

Es importante leer el siguiente párrafo porque te ayudará a saber si tienes riesgo de tener fobia social y también te dará alguna idea para poder evitar sufrirla.

Hay varios riesgos de sufrir fobia social:

  • Llamar la atención de los demás por una alteración: las deformaciones de nacimiento, la enfermedad del Parkinson, ser tartamudo, haber sufrido alguna operación que te haya dejado tullido, etc. pueden generar inseguridades en la persona y entonces provocar la fobia social por miedo a ser juzgado.
  • Familia: explicado en el apartado anterior, si tus progenitores o familiares cercanos han sufrido o sufren fobia social, entonces tendrás más probabilidades de sufrirla.
  • Factores ambientales pasados negativos: haber recibido bulling, humillaciones, burlas, situaciones de rechazo, pueden generar traumas cuando eres niño y si no se tratan, entonces pueden evolucionar en una fobia social.
  • Nuevas experiencias: experiencias laborales o académicas que te exijan tener que exponerte a un público, o tener reuniones con diversas personas cuando nunca antes lo habías hecho también pueden desarrollar una fobia social.
  • Personalidad: las personas introvertidas, tímidas, que son mas reservadas pueden presentar problemas a nivel de relación social que acaben en una fobia social si se viven malas experiencias.

¿Qué hacer creo que tengo fobia social?

El primer paso es tomar consciencia del problema. Si usted se siente identificado con todo lo que ha leído hasta ahora, es importante reconocer que puede tener un problema y entonces pedir ayuda. Si no se ve capaz de pedir ayuda de manera directa a un profesional, pídala a un familiar y que le ayude a buscar ayuda profesional. En cualquier caso, es importante poder compartir su problemática para ser ayudado. Si deja que el problema se vaya haciendo mayor y se enquiste, después puede llegar a desregularizar su vida a niveles muy poco funcionales para usted, hecho que no le permitirá disfrutar de la vida como se merece.

¿Cómo tratar la fobia social?

Des de la psicología psicoanalítica se buscará indagar sobre el material inconsciente que puede estar generando la sintomatología de la fobia social, como podría ser por ejemplo un trauma no resuelto. El funcionamiento de la mente en estos casos y muchos más es extraordinario. Delante de un trauma que no es posible procesar en el momento por el dolor que podría generar, la mente decide llevarlo al inconsciente, “olvidarlo” para que el sujeto pueda seguir viviendo y no tenga que hacer frente al suceso traumático vivido. Si la mente considera que el sujeto no está preparado para hacer frente al trauma y procesarlo, entonces lo lleva al inconsciente. ¿Qué puede pasar? Que, en un futuro, el cuerpo se pueda reactivar delante situaciones parecidas a las vividas en la situación traumática y entonces pueda somatizar con ansiedades difíciles de explicar. Por lo tanto, el objetivo de una terapia psicoanalítica será traer el material del inconsciente al consciente para poder trabajarlo de una manera consciente. Es decir, se intentará traer al consciente aquel trauma que la mente sepultó en el inconsciente con el objetivo de trabajarlo des de un lugar seguro.

Referencias bibliográficas:

Gómez, J. (2007). Manual para el tratamiento de Fobia Social. ACADEMIA.

Elizondo, Y. (2016). Trastorno de ansiedad social (fobia social). Revista médica sinergia. 4(1), pp20-24. Recuperado de: file:///C:/Users/User/Downloads/Dialnet-TrastornoDeAnsiedadSocialFobiaSocial-7070342.pdf

Vilaltella, J. T. (1970). Las Fobias. Océano. Madrid, España.