¿Sabrías reconocer a una familia narcisista?

Los niños que crecen en el seno de una familia narcisista, aparentemente lo tienen todo, pero sólo reciben el amor y la atención de los padres si realizan los sueños incumplidos de éstos. Estos niños son los hijos de los padres narcisistas.

Según los terapeutas Stephanie Donaldson-Pressman y Robert M. Pressman, los hijos de los padres narcisistas tienen los mismos síntomas que los hijos de los alcohólicos.

 

¿Cuáles son los rasgos de las familias narcisistas?

1. La vida para presumir

Las familias narcisistas se ocupan mucho de las apariencias y de la imagen que proyectan hacia afuera. Los demás les admiran y los niños reciben continuamente el mensaje: ¿Qué van a pensar los demás?

2. Los secretos.

El hecho de que los padres no cumplen con las necesidades básicas de los niños y que todo se realiza para mantener las apariencias, es un secreto o un tema del cual no se habla con nadie fuera de la familia, ni muchas veces dentro de ella.

3. El triángulo de comunicación.

En las familias narcisistas los miembros de la familia no hablan de forma directa y sobre todo no se habla de las emociones. Cuando uno lo hace, es a través de los ataques de ira injustificada. Los niños no sólo no aprenden a comunicarse sino que tampoco aprenden a entender sus propios afectos, repitiendo el patrón de desregulación emocional de los padres.

4. Los límites laxos. 

Los padres no respetan la privacidad de los hijos y las reglas y los límites no están bien marcados. El niño tiene que adivinar qué piensan los padres y suele desarrollar un radar para detectar a los estados emocionales de los demás. En consecuencia, se vuelve muy sensible.

5. Falta de conciencia emocional

Dado que los padres narcisistas no saben manejar sus propias emociones, no les enseñan a los hijos a hacerlo. Suelen proyectar sus propias emociones a los demás y no saben ser empáticos. Les resulta fácil criticar a los demás sin entenderles, sobre todo a los hijos.

Los abusos emocionales de los padres narcisistas son, según Alice Miller, psicoanalista y autora del bestseller “El Drama de un niño dotado”, incluso peores que los abusos físicos. Cuando el niño intenta ajustarse a sus padres y cumplir con lo que ellos esperan de él, gana el reconocimiento de las figuras paternas, pero lo que pierde – que es muy difícil de recuperar – es a sí mismo, a su verdadero self y a sus propias emociones.

 

¡No busques exhibirte! La persona sabia que ha conocido su esencia superior no se entrega al narcisismo ni se enaltece.

Tao te ching

 

Aleksandra Misiolek