Introducción

En el artículo que pueden leer a continuación se tratara sobre el trastorno de hipocondría, este es un concepto muy usado de manera coloquial, y con un uso peyorativo, pero no deja de ser un trastorno psicológico que genera gran malestar a las personas que lo padecen.

¿Qué es la hipocondría?

Es un trastorno que se encuentra dentro de la clasificación de somatomorfo, es decir, presencia de síntomas físicos que no se explican por el curso de una enfermedad médica, por los efectos de alguna sustancia o de otro trastorno mental.

Según el anterior manual de psicología (DSM-IV) la hipocondría tenía la siguiente definición; “es la preocupación y el miedo de tener, o la idea de padecer, una enfermedad grave a partir de la mala interpretación de los síntomas o funciones corporales.

Actualmente en la última edición de los manuales de psicología (DSM-V) el término hipocondría ha caído en desuso y este diagnóstico ha desaparecido, ahora esta separado en dos trastornos, estos son; Trastorno de Síntomas Somáticos y Trastorno de Ansiedad por Enfermedad. Aun así, es común que en la práctica clínica se continúe haciendo referencia al término hipocondría y se siga usando como diagnóstico.

¿Cuáles son los síntomas de la hipocondría?

-La característica principal en el diagnóstico de la hipocondría es la preocupación y miedo a poder padecer o la creencia de estar sufriendo una enfermedad grave, esta creencia viene dada por uno o más signos o síntomas somáticos que la persona interpreta que tiene.

-Otro criterio es que después de una exploración medica no hay ninguna enfermedad identificada o que pueda explicar los síntomas que describe la persona

-La persona no tiene una idea delirante, es decir, puede llegar a racionalizar y aceptar que puede estar exagerando o que no padece enfermedad alguna y sus preocupaciones no se centran únicamente en su aspecto físico.

-Este malestar altera distintos aspectos en la vida de la persona, puede afectar las relaciones sociales, el ámbito laboral, o otros campos importantes para la persona.

-Este malestar ha de haber estado presente por lo menos durante 6 meses

-Estos síntomas no se pueden explicar mejor por otros trastornos

Como se ha explicado en el apartado anterior actualmente la nomenclatura y clasificación ha variado un poco, aun así, los criterios diagnósticos se mantienen mayormente iguales, preocupación por padecer o contraer una enfermedad, no hay síntomas somáticos presentes en la persona o estos son leves. Hay una elevada activación ansiosa en relación a su salud y se preocupan con facilidad por este tema. La duración del malestar es el mismo, más de 6 meses.

Tipos de hipocondría

Dentro del diagnóstico de hipocondría no existen subtipos, pero sí que hay especificaciones. La primera es la conciencia que tiene la persona del trastorno, es decir, si es capaz de ver que su preocupación y/o reacción por padecer o contraer una enfermedad es excesiva o injustificada.

En la clasificación actual otra especificación es si el trastorno es con solicitud de asistencia o con evitación de asistencia. Que quiere decir esto:

-Con solicitud de asistencia: la persona recurre con frecuencia a la asistencia médica, acude repetidas veces a los centros de salud y se realiza múltiples pruebas

-Con evitación de asistencia: la persona siente rechazo y evite ser atendida por los médicos, no quiera ir a centros de salud, no se haga pruebas, o que si estas acciones sean poco frecuentes.

Otro punto de clasificación es el grado de intensidad en que la persona siente los síntomas, si predomina el dolor o no. La gravedad se clasifica en leve, moderado y grave.

-Leve: La persona manifiesta uno de los siguientes criterios; pensamientos desproporcionados y persistentes sobre la gravedad de los síntomas, grado elevado de ansiedad relacionada con la salud, o tiempo y energía excesivamente dedicados a la preocupación por la salud

-Moderado: En este caso se presentarían 2 o más de los criterios descritos en el punto anterior

-Grave: Se cumplirían dos o más de los criterios anteriormente descritos y además existirían múltiples quejas somáticas, o un síntoma somático muy intenso

Cuando ir al psicólogo por hipocondría

Este trastorno afecta a hombres y mujeres por igual, a su vez su inicio puede darse a cualquier edad, aunque lo más frecuente es que se desarrolle en los primeros años de la edad adulta. Su curso es generalmente crónico, pero con períodos de mejora y momentos de mayor intensidad en los síntomas. En estos picos de intensidad es donde puede ser que la persona se vea más motivada para asistir a terapia.

Lo más importante es que si genera malestar en la persona, y si afecta a su día a día entonces es aconsejable acudir a consulta, para poder reducir el dolor psicológico que este trastorno produce y trabajar y dar herramientas para poder sobrellevar y más adelante reducir estos pensamientos que se generan de poder estar padeciendo x enfermedad.

Es verdad que en momentos de más estrés o después de alguna situación complicada y más si ha tenido que ver con nuestra salud física, o la de alguien cercano a nosotros, estamos más susceptibles y atentos a nuestro cuerpo y lo que sentimos. Si esta idea fija se prolonga a lo largo del tiempo, es decir, meses entonces sería un indicativo de acudir al psicólogo, recordar que uno de los criterios diagnósticos es que la preocupación por padecer o contagiarse de alguna enfermedad lleve más de 6 meses presente.

Tipos de terapia recomendada para hipocondría

La terapia que más indicada son sesiones individuales, aunque se sigue evaluando poder realizar algunas sesiones grupales. Según la orientación psicológica se priorizará unos objetivos u otros, aunque la terapia cognitivo-conductual es la más extendida y utilizada en este trastorno, hay otras orientaciones como el psicoanálisis que mediante estudios prueban su eficacia para tratar la hipocondría. La mejor opción siempre es una terapia desde la perspectiva integradora, que reúna de cada una de las orientaciones lo que le parezca más adecuado para el caso y situación.

En lo que se ha visto eficacia es en trabajar en un primer momento en la reducción de la ansiedad y estrés que producen los síntomas y los pensamientos recurrentes. Una vez hecho el trabajo de relajación se trata como sobrellevar situaciones que generan malestar trabajando la resolución de problemas o gestión de las emociones. Poco a poco al ir reduciendo la sintomatología más reactiva se podría dar paso a trabajar a nivel cognitivo el porqué de esos pensamientos y que hay detrás del miedo a la enfermedad o esos síntomas.

Actualmente dada la situación en la que vivimos las sesiones pueden ser online, aunque siempre dentro de lo posible es recomendable que las sesiones sean presenciales.

¿Cuánto dura la terapia para hipocondría?

Esta es una cuestión compleja hay distintos estudios en donde el número de sesiones que se han realizado ha sido bastante distinto desde 12 sesiones a 21, la duración puede variar por muchos factores, desde la orientación de la terapia, el espacio entre sesiones, la evolución del paciente o puede que factores externos también afecten al curso de la terapia. Especificar una duración concreta sería complejo, y probablemente impreciso.

¿Qué resultados esperar de la terapia?

Es posible una recuperación total, aun así, se tienen que tener en cuenta que hay factores externos que pueden favorecer o por el contrario complicar dicha meta. Todo depende de la persona y su entorno, una buena motivación y predisposición para el cambio es un elemento favorecedor de mejora, a la vez que un entorno saludable y una buena red de apoyo, por el contrario, actualmente podríamos afirmar que la situación del Covid19 fue y actualmente sigue siendo un gran factor a tener en cuenta, en especial con este trastorno, ya que afecta de lleno con la preocupación por la salud.

El primer resultado sería una reducción de la ansiedad y el malestar que generan los síntomas físicos, seguidamente trabajar los pensamientos y miedos para que estos sean menos frecuentes en el día a día de la persona.

Consecuencias de no tratar la hipocondría

Lo que un inicio puede ser una simple fijación por algún pequeño síntoma mundano puede convertirse en una obsesión grave de la integridad física de la persona, como ocurre en los trastornos obsesivos compulsivos estos pensamientos pueden ir en aumento, llegando a ocupar la mayor parte de tiempo cada día, haciendo imposible para la persona y puara su entorno mantener unos hábitos saludables y las rutinas establecidas. Además, esto implicaría altos niveles de ansiedad que podrían afectar a las distintas áreas de la vida de la persona, es decir; trabajo, amistades, familia, pareja, aficiones… Añadir que si la persona se hace pruebas frecuentemente esto puede ser un gasto económico importante para la persona, o por el contrario si evita a toda cosa ir a centros de salud podría poner realmente en peligro su integridad física.

Bibliografía

American Psychiatric Association (1994). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (4a. ed) Washington, DC EE. UU.

American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th. ed) Washington, DC EE. UU.

Fernández, Concepción, & Fernández, Rafael (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para la hipocondría. Psicothema, 13(3),407-418.  https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72713306