El término “aborto” viene etimológicamente del latín arborior que significa morir antes del nacimiento. Se define también como la interrupción del embarazo antes de la viabilidad fetal. Según la OMS (2022), el aborto consiste en una intervención sanitaria que se caracteriza por ser segura para la mujer y sin dificultad en su procedimiento el cual se puede llevar de manera eficiente por medio o bien de medicamentos o a través de un procedimiento quirúrgico. Sin embargo, es importante señalar que el aborto generalmente no deriva complicaciones, siempre y cuando se realice de forma segura, con los profesionales pertinentes y con el método correcto recomendado por la OMS.

En nuestra sociedad el tema del aborto sigue siendo un tema incómodo y difícil del manejar. Existen muchos motivos que pueden llevar a evitar este tema, como ideologías, creencias religiosas, posturas muy rígidas dentro de la familia, querer prevenir emociones dolorosas, ética médica… Sin embargo, es un hecho que ocurre mucho más de lo que podemos imaginar y es por ello que debería normalizarse.

Según la OMS el hecho de reducir el acceso al aborto no solamente no disminuye la cantidad de los mismos, sino que repercute muy negativamente en los riesgos que existen a la hora de abortar.

Es muy habitual que distingamos entre aborto natural y aborto inducido, aunque realmente existen muchos tipos de abortos que pueden sufrir las mujeres embarazadas. A continuación, las nombraremos y explicaremos brevemente sus particularidades tal como expone el Manual MSD:

  • Aborto temprano: surge antes de las 12 semanas de gestación.
  • Aborto tardío: surge entre las 12 y las 20 semanas de gestación.
  • Aborto espontáneo: es un aborto no deseado ni provocado.
  • Aborto inducido: se finaliza el embarazo por razones médicas o por decisión propia.
  • Aborto terapéutico: se finaliza el embarazo por varias razones posibles tales como que la vida o salud de la mujer embarazada están en riesgo o bien porque el feto está muerto o tiene malformaciones incompatibles con la vida.
  • Amenaza de aborto: consiste en un sangrado vaginal que ocurre antes de las 20 semanas de gestación sin que haya una dilatación cervical, aunque existen signos de que puede ocurrir un aborto espontáneo.
  • Aborto inevitable: consiste en un sangrado vaginal o una rotura de las membranas, así como una dilatación del cuello. Como su propio nombre indica, no se puede evitar el aborto.
  • Aborto incompleto: es la expulsión de parte de los productos de la concepción.
  • Aborto completo: es la expulsión de todos los productos de la concepción, es decir, es una expulsión total del feto.
  • Aborto repetido: se da cuando la mujer sufre uno o más abortos a lo largo de su vida.
  • Aborto retenido: ocurre cuando el embrión o el feto está muerto, no es expulsado ni se ha producido sangrado.
  • Aborto séptico: consiste en un aborto provocado por una infección del útero o de algún tejido cercano a este.
  • Aborto por rechazo inmunológico: sucede por un error del mismo sistema inmune el cual detecta al embrión como un cuerpo extraño y lo ataca.
  • Aborto indirecto: sucede cuando la madre debe someterse a una intervención médica y, de maneta indeseada, se provoca la muerte del feto.
  • Aborto químico: es uno de los métodos para provocar el aborto. Se basa en la administración de medicamentos que interrumpen el embarazo.
  • Aborto quirúrgico: es otro método para provocar el aborto. Es un método mucho más seguro y eficaz que por medio de medicamentos.

Como es obvio, los abortos tienen grandes consecuencias para la mujer. Estas consecuencias pueden darse tanto en el cuerpo como en la mente. A continuación, mostraremos cuáles son los más comunes dentro de esta división.

Consecuencias físicas:

  • Es posible que después de un aborto haya riesgo de prematuridad en las posibles gestaciones posteriores.
  • Puede ser que se produzcan lesiones en el cérvix o en el útero a causa de los legrados. (Los legrados uterinos son intervenciones quirúrgicas en las que las paredes internas del útero son raspadas con el fin de limpiar las mismas).
  • Es posible que se den variaciones en el microbioma uterino, es decir, en el conjunto de microorganismos que se encuentran en el útero.
  • En algunas ocasiones pueden darse infecciones uterinas.

Consecuencias psicológicas:

Debemos tener en cuenta que cada persona es distinta y los motivos y causas por las que se produce el aborto pueden ser muy diversas. Es por ello por lo que a continuación expondremos las más habituales.

  • Es muy común que las mujeres que hayan tenido que pasar por un proceso de aborto tengan un exceso de sentimiento de culpabilidad. Ya sea un aborto natural o inducido, los pensamientos culpándose a una misma pueden aflorar en cualquier momento.
  • Puede vivirse el aborto como una pérdida y experimentarlo como un duelo. El sentimiento de vacío que muchas madres sienten y padecen al pasar por un proceso como este debe manejarse como un duelo y gestionarlo con la ayuda conveniente.
  • La pérdida de confianza en una misma es algo muy común en muchas mujeres, sobre todo en la capacidad para poder volver a tener otro hijo. Podemos relacionar este hecho con una falta de autoestima que derivará en su mente en frases nocivas para ella misma tales como “no sirves para nada”, “no eres capaz de mantener un hijo”, entre muchas otras.
  • Otra consecuencia es la disminución del apetito sexual. Muchas veces esto sucede por miedo a quedarse de nuevo embarazada y tener que experimentar otra vez el dolor que provoca el aborto.
  • Experimentar síntomas tales como: miedo a no recuperarse nunca de la pérdida, desconexión de los propios sentimientos, sensación de vacío…

Siguiendo con lo visto anteriormente, podemos hacernos una idea de lo doloroso e incluso traumático que puede ser para una mujer el hecho de tener que pasar por un aborto. Es por ello por lo que a continuación pondremos de manifiesto prácticas a realizar si tú o alguien cercano está pasando por esto.

En primer lugar, es fundamental darse tiempo para poder llevar un buen proceso de duelo. Tal como se ha comentado anteriormente, el aborto debe llevarse como un duelo y, por lo tanto, experimentar todas sus fases sin prisa, dejando que sea el tiempo el que decida en qué fase se encuentra la paciente. Es muy importante que tengamos en cuenta que el proceso de duelo no es lineal, y que podemos ir fluctuando entre fases.

Según Elisabeth Kübler-Ross el duelo consta de 5 fases:

  1. Fase de negación.
  2. Fase de ira o enfado.
  3. Fase de negociación.
  4. Fase de depresión.
  5. Fase de aceptación.

En segundo lugar, es importante no descuidarnos. Muchas veces, cuando las personas experimentan este tipo de hechos, dejan de lado su autocuidado, dejando de comer, de relacionarse e incluso de dormir. Es fundamental no caer en esta tendencia y fomentar un buen cuidado de uno mismo.

Como recomendación que puede ser de utilidad es la meditación. Con ella, conseguiremos centrar nuestra atención y orientar nuestra mente a aquello que nosotros elijamos, a través de una práctica continua en la que nos concentraremos en nuestra respiración, emociones, sensaciones, aceptándolo y siguiendo adelante con ellos. Esto nos será de ayuda cuando tengamos pensamientos intrusivos y nos ahoguemos en el malestar provocado por el aborto, pudiendo relajarnos y evitar que el malestar vaya en aumento.

Otra práctica fundamental cuando se ha experimentado un aborto es hablar sin miedo ni vergüenza todo aquello que esté relacionado con el hecho. Para ello, se recomienda hablar con profesionales del ámbito que te ayudarán a gestionar aquellos pensamientos, emociones o sensaciones que emergen con el duelo. Es recomendable acudir a psicólogos que tengan cierta especialización sobre el tema del duelo y del aborto, para asegurarnos de que el servicio que nos ofrecen nos será realmente de utilidad.

Si crees que necesitas ayuda para trabajar aspectos del proceso de aborto o del duelo, puedes solicitar una primera sesión informativa en el apartado de “Contacto”. En el Centro de Psicología Canvis, situado en Barcelona, contamos con un equipo de psicólogos que pueden ayudarte a hacer que te sientas mejor.

A continuación, os recomendamos algunas lecturas que pueden ser de vuestro interés si estáis pasando por un proceso aborto o conocéis de alguien a quien le pueda ser de ayuda:

  • Diario de un duelo gestacional de María Dolores García.
  • La vida del no nacido. El aborto y la dignidad de la mujer de José Maria Pardo Saenz.
  • Las sinrazones del aborto de Alfonso López Quintás.
  • Amar más allá de la vida: carta a mi hijo, quien murió para enseñarme a vivir de Elisabeth Baralt.
  • Cuna vacía, el doloroso proceso de perder un embarazo de Maria Angeles Claramunt.

Referencias bibliográficas

Clasificación del aborto – Manual MSD versión para profesionales. (s/f). Manual MSD versión para profesionales. Recuperado el 20 de diciembre de 2022, de https://www.msdmanuals.com/es-es/professional/multimedia/table/clasificaci%C3%B3n-del-aborto

Prieto, P. B. (2019, septiembre 18). Los 17 tipos de aborto: ¿qué diferencias hay entre ellos? Medicoplus.com. https://medicoplus.com/ginecologia-y-embarazo/tipos-de-aborto

Aborto. (s/f). Organización Mundial de la Salud. Recuperado el 12 de diciembre de 2022, de https://www.who.int/es/health-topics/abortion#tab=tab_2

Directrices sobre la atención para el aborto: resumen ejecutivo. (8 de marzo de 2022). Who.int; World Health Organization. https://www.who.int/es/publications/i/item/9789240045163

Walsh, R. (1996). Meditación. Natura Medicatrix: Revista médica para el estudio y difusión de las medicinas alternativas, (43), 16-22. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4984138