Existen diversas conductas propias del ser humano que cuando se descontrolan pueden provocar graves problemas de adicción a pesar de que no exista una sustancia química que se consuma.

La adicción representa, para la mayoría de los pacientes, una maniobra adaptativa y de defensa en las que predomina la rabia, la vergüenza y la depresión. El fallo de los mecanismos psicológicos propios para superar este estado conduce inevitablemente a la búsqueda inconsciente de agentes externos compensadores, apareciendo el ansia adictiva como expresión de la convicción absoluta de que la fusión o incorporación de determinado agente externo constituye la única salvación posible.

La Compulsión se refiere a la conducta motivada por un intento de evitar un estado interno desagradable. La Dependencia se refiere a la conducta motivada por un intento de lograr un estado interno agradable a través de la gratificación de las necesidades.

El Comportamiento Adictivo se distingue por la capacidad para producir efectos agradables y por proveer un modo para evitar los estados internos dolorosos. Así, la Adicción implica una síntesis de la compulsión y la dependencia, y es el único término que puede caracterizar adecuadamente un modelo de comportamiento, por ejemplo sexual, que incluye la gratificación y el escape del malestar interno

El afán de consumir corresponde no solamente a la simple búsqueda de placer, sino además a una tendencia a la regresión y fijación en la fase oral de desarrollo de la personalidad. El intenso deseo que el adicto experimenta por su consumo recuerda más a la necesidad desesperada del bebé hambriento que a la satisfacción anticipada del gozador.

Las características principales del ansia adictiva son:

  • Intensidad anormalmente intensa y exacerbada;
  • Reacción anormal ante la frustración del deseo, tanto en su calidad como en su intensidad;
  • Rigidez e incapacidad para modificar el deseo (por ejemplo, renunciando a él, atenuando sus exigencias, aceptando un sustituto).

El adicto no solamente no es capaz de controlar sus ansias, sino que permite que toda su vida sea controlada por ellas, poniendo de manera incondicional a su disposición lo mejor de su inteligencia, de su simpatía y de todas sus dotes personales. absoluta falta de moralidad y respeto con la que persigue sus fines, sin detenerse ante nada hasta lograr la substancia de consumo. Es esta combinación la que explica la facilidad con que los adictos recurren, en el mejor de los casos, al engaño y manipulación de todos los que les quieren o confían en ellos y, en el peor, al robo, la prostitución, o la violencia.

La externalización del adicto se diferencia porque añade dos elementos esenciales: La necesidad de control sobre el agente externo, y la relativa especificidad del objeto o procedimiento en cuestión.

Una de las características más importantes del proceso adictivo es su tendencia a empeorar con cada ocasión de consumo. No sólo tiene lugar un deterioro progresivo en las relaciones sociales, la actividad laboral y el funcionamiento mental, sino que el sufrimiento psíquico y el ansia adictiva son cada vez más intensos. El círculo vicioso o «bucle de retroalimentación positiva» es un proceso repetitivo en el que los efectos producidos por determinado evento causan a su vez la intensificación o repetición del mismo. En ocasiones, el automantenimiento del proceso puede continuar indefinidamente, aunque haya desaparecido la causa inicial que lo puso en movimiento.

Nuevas Adicciones

La sociedad evoluciona y cambia aspectos que han quedado obsoletos, dejando paso a otros de nuevos.

Si observamos a nuestro alrededor comprobaremos como existen niños, adolescentes y adultos enganchados a un teléfono móvil o jugando a un videojuego… También podemos fijarnos como a la mayoría de gente le gusta ir de compras hasta tal punto de apoderarse de ellos… Si estás son las nuevas adicciones del siglo XXI, las conocidas como sustancias recreativas. Podríamos decir que son sustancias que se ingieren (yo añadiría “o usan”) con el solo propósito de experimentar sensaciones deseadas.

¿Qué es la adicción a las compras?

En realidad tiene un término técnico que se llama Omniomanía. Esto significa comprar compulsivamente, es decir, dejarse llevar por la acción de comprar desmesuradamente, más allá de las propias posibilidades materiales.

Esta compra compulsiva está definida como una motivación persistente, excesiva, asaltante y que sucede de manera repetitiva, su acción se experimenta como una sensación placentera y reductora de malestar, pero que a la larga puede ser un patrón conductual que genera graves problemas.

¿Por qué se compra de manera compulsiva?

Las causas más comunes son las siguientes:

  • Existe un sentimiento real de vacío o soledad.
  • Las emociones positivas que tienen lugar durante la compra pueden incentivar que la conducta se repita.
  • La pérdida de control

¿Qué es la adicción al trabajo?

Ser trabajador es una virtud, pero serlo en exceso y tener un elevado compromiso con la empresa puede dar lugar a la adicción al trabajo y por tanto, a un riesgo psicosocial. Para los adictos el valor del trabajo es más importante que las relaciones personales. Esta obsesión por asumir más responsabilidades, genera conflictos entre los trabajadores y en la organización. Una particularidad de la adicción al trabajo que la diferencia de otras adicciones es que se enaltece y recompensa a la gente por trabajar en exceso, esto casi nunca sucede con otras adicciones. El término inglés que define la adicción al trabajo es workaholism que enlaza el concepto de trabajo con el alcoholismo, relacionándolo, por tanto, con una drogodependencia.

La adicción al trabajo no está definida a nivel médico -al menos de momento-, pero se relaciona con algunas formas de estrés y ciertos trastornos de la personalidad.

Dado que el trabajo goza de buena notoriedad social, no resulta sencillo identificar esta dependencia. Los workaholics no son capaces de tomarse tiempo libre porque la falta de actividades les genera insatisfacción y agobio.

Causas

  • Ambición excesiva
  • Incapacidad para delegar o no saber decir que no
  • Problemas económicos y alta competitividad
  • Personas involucradas en diferentes tareas, con elevados niveles de hostilidad y estrés.
  • Falta de organización
  • Ausencia de estrategias para organizar el tiempo
  • Ambiente familiar problemático que pospone el llegar a casa.
  • Manejo inadecuado de los retos
  • Temor a perder el trabajo

¿Cómo lo identificamos?

Las personas adictas al trabajo tienen algunos rasgos comunes como:

  • Necesidad de reconocimiento
  • Perfeccionistas y con baja autoestima
  • Anhelan tener poder aunque su motivación no es solo esa
  • Muy exigentes con ellos mismos y con los demás.

Además las características más destacables de los adictos al trabajo son:

  • Compulsión por el trabajo
  • Preocupaciones agobiantes durante la semana
  • Incapacidad para desconectar o relajarse
  • Imposibilidad de abandonar el puesto de trabajo con una tarea inacabada
  • En los periodos de descanso imponerse nuevos trabajos
  • Experimentar que el tiempo pasa muy deprisa cuando se trabaja
  • Ser exigente y competitivo
  • Ser acusado por su círculo más cercano (familia y amigos) de que su dedicación al trabajo es mayor que por sus seres queridos
  • Experimentar cansancio e irritabilidad si no se trabaja durante los fines de semana.
  • Quedarse el último en la empresa.
  • No delegar y realizar o supervisar todo personalmente.
  • Limitar las lecturas a temas laborales.
  • Tener problemas para relajarse.
  • Trabajar con tensión.
  • Comunicarse mejor en la empresa que fuera de ella.
  • Distanciarse afectiva y socialmente.
  • Tener sentimiento de culpabilidad.
  • Tener un nivel de ansiedad elevado.
  • Tener necesidad de admiración y obediencia de los demás.
  • Carecer de motivación económica.
  • Ser incapaz para desconectar de su actividad laboral.

Consecuencias

La adicción al trabajo genera consecuencias negativas en la vida familiar, ya que conduce al aislamiento, al divorcio y a la destrucción de la convivencia familiar.

También pueden desarrollar problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, gástricas, hipertensión, musculares y ansiedad. Además pueden consumir sustancias tóxicas para aumentar el rendimiento laboral y superar el cansancio y la necesidad de dormir.

¿Qué es la cleptomanía?

La cleptomanía es un trastorno de salud mental poco usual pero grave que, si no se trata, puede causar mucho dolor emocional.

Es un tipo de trastorno de control de los impulsos; es decir, un trastorno caracterizado por problemas con el autocontrol emocional o conductual. Si tienes un trastorno de control de los impulsos, tienes dificultad para resistir la tentación o el impulso de realizar un acto que es excesivo o perjudicial hacia otras personas o hacia ti mismo.

Síntomas

  • Incapacidad para resistir los fuertes impulsos de robar artículos que no necesitas
  • Sentir tensión, ansiedad o excitación antes del robo
  • Sentir placer, alivio o gratificación durante el robo
  • Sentir mucha culpa, remordimiento, odio hacia uno mismo, vergüenza o temor de ser arrestado después del robo
  • Reaparición de los impulsos y una repetición del ciclo

Características

  • Baja atención a las normas
  • Poca autoestima
  • Déficit en el control de impulsos
  • Dificultad de experimentar placer

¿Qué es la adicción a las redes sociales?

En los últimos tiempos la adicción a las redes sociales se está convirtiendo en algo de lo más común. Facebook, instagram, twitter, Tinder, Linkedin han cambiado la forma de relacionarnos y han llegado a influir en nuestros comportamientos.

Cada vez es más habitual ver como la gente busca la aprobación del otro por la cantidad de likes que tiene una foto, un comentario o por un simple match. Cada persona utiliza las redes sociales con una finalidad distinta: unos pretenden difundir su carrera profesional, dar a conocer su empresa, vender productos y servicios, contactar con antiguos amigos o encontrar a la pareja de sus sueños. De manera que la forma en cómo son utilizadas repercute en la persona.

Las redes sociales funcionan como un escaparate donde se muestra lo felices que son las personas. En el fondo, la adicción a las redes sociales indican una necesidad que no está cubierta. Un vacío que se parchea con la visita a los perfiles de los demás o la invención de una vida propia.

Lo peligroso de las redes sociales no son las redes como tal, si no el uso que las personas hacemos de ellas. Un uso excesivo de redes sociales contribuye por un lado, al aumento del estrés y la sensación de soledad y por otro, a la disminución del sentimiento de felicidad. Ante tantas publicaciones de la vida de los demás, la persona adicta realiza continuas comparaciones y acaba por pensar que su vida es aburrida, que no vale la pena y vacía. Sin darse cuenta de que el tiempo que podría estar dedicando a enriquecerla, lo está malgastando. A pesar de experimentar esa intensa pero breve sensación placentera cuando publica algo, más adelante esto no fortalecerá su autoestima sino que puede convertirse en una esclava de las opiniones y los juicios de los demás.

Causas

  • Normalización del uso
  • Soledad
  • Alimento del ego
  • Falta de límites
  • Dificultades personales

Consecuencias

  • Problemas para mantener la concentración
  • Problemas de sueño y descanso
  • Distorsión de la realidad
  • Falta de cuidado de la privacidad
  • Vacío interior

¿Qué es la Ludopatía?

La ludopatía es una patología que consiste en el cambio progresivo del comportamiento por el que el individuo experimenta una necesidad incontrolable de jugar, por encima de cualquier consecuencia negativa. La ludopatía se produce en los juegos que tienen capacidad adictiva, que son aquellos en los que transcurre poco tiempo entre la apuesta y el premio conseguido.

Son muchas las consecuencias que acarrea el juego patológico, como por ejemplo: a nivel psicológico producen apatía y depresión, baja autoestima, sentimiento de culpa, tensión, ansiedad, irritabilidad e ideas suicidas; a nivel familiar implica un deterioro de la comunicación, mentira constantes y clima de desconfianza; el área social se ve afectado por aislamiento, ausencia de aficiones, hobbies y desvinculación de las amistades o pérdida de relaciones; a nivel laboral se origina disminución de atención y concentración, disminución del rendimiento laboral, pérdida de oportunidades y promociones; para finalizar, a nivel somático se caracteriza por insomnio, falta de apetito y dolores de cabeza, estómago, nuca…

Tipos de ludopatía

Los tipos de ludopatía se determinan en función de la forma de juego a la que se enganche el individuo. Cada juego tiene su propia estructura y componente adictivo:

  • Máquinas tragaperras: Su componente adictivo se basa en reforzar la conducta a través de premios. El individuo introduce una moneda y la máquina le premia esa conducta; aunque en la mayoría de ocasiones no se obtiene ninguna recompensa, siempre que la máquina otorgue algún premio reforzará la conducta de echar la moneda. También sigue otras estrategias visuales y auditivas, como la música reclamo.
  • Juegos de azar: Aunque en este tipo de juegos (lotería, bingo, apuestas, etcétera) exista una intermitencia del refuerzo de la conducta (dependiendo del tipo de juego, es difícil conseguir un premio), se basan en la creación de expectativas, que en ocasiones se ven cumplidas y premian la conducta.
  • Juegos de rol: Responde a un tipo de juego patológico que se aleja, en cierto modo, del perfil del ludópata tradicional. El principal componente adictivo de los juegos de rol es la huida de la realidad que ofrecen. Aunque quizá no se den los problemas económicos que acarrean otros tipos de ludopatía, causa el mismo deterioro y problemas personales y sociales que el resto.

¿Cuál es su sintomatología?

  • Sentirse inquieto o irritable al tratar de jugar menos o dejar de jugar.
  • Jugar para huir de las dificultades o de los sentimientos disfuncionales, tales como la tristeza, pena o la ansiedad.
  • Busca recuperar permanentemente los perdido, apostando mayores cantidades de dinero.
  • Por culpa del juego se puede perder el trabajo, la familia, una relación u oportunidades en sus estudios o en su carrera profesional.
  • Mentir sobre la cantidad de tiempo o dinero gastada en el juego.
  • Realizar acciones para cortar esta conducta fracasando.
  • Necesidad de pedir dinero prestado debido a las pérdidas ocasionadas por el juego.
  • Necesidad de apostar cantidades cada vez más grandes de dinero para sentir excitación.
  • Pasar mucho tiempo pensando en el juego, como recordar experiencias pasadas o formas de conseguir más dinero con que jugar.
  • Cometer delitos para conseguir dinero para jugar.

Además de estos problemas la ludopatía o adicción al juego es:

  • Un comportamiento disfuncional, persistente y recurrente desadaptativo.
  • La persona piensa excesivamente en el juego, reviviendo experiencias pasadas, por conseguir dinero para jugar, o compensar ventajas o desventajas.
  • Al ser un problema de control de impulsos, no puede interrumpir la conducta de juego.
  • Puede producirse conjuntamente con el abuso de otras sustancias adictivas.

¿Qué es la mitomanía?

Es un trastorno patológico que consiste en falsear la realidad como vía de escape para obtener aprobación o admiración.

Lo característico de estas personas es que las mentiras no son consecuencia de encontrarse en una situación comprometida o en que exista presión social, a modo de excusa para hacer lo que uno quiere, en lugar de lo que quieren los demás evitando enfrentamientos

Nadie nace mentiroso, se trata de una forma de adaptación al ambiente. La mitomanía, por lo tanto, puede relacionarse en cierto modo con una especie de mentira, a veces sobre la base de las propias fantasías, contada tantas veces que se convierte en verdad para el sujeto que la cuenta.

Síntomas de la mitomanía

Tan solo has de fijarte en los siguientes signos:

  • Niveles de ansiedad elevados cuando se presentan las condiciones ideales para mentir.
  • Pensamientos frecuentes que incitan a mentir.
  • Dificultad para resistir el impulso de mentir.
  • Satisfacción cuando no se descubren las mentiras.
  • Baja autoestima
  • Pocas habilidades sociales
  • Progresivamente va incrementando la magnitud de sus mentiras.

¿Cómo se tratan las nuevas adicciones del s.XXI? 

Lo más importante es reconocer que existe un problema, es decir, tomar conciencia de la situación.

Existen distintos modos de abordar estos casos. En ocasiones, varios tipos de tratamiento pueden ser empleados de forma simultánea o encadenada.

Para optimizar las posibilidades de éxito del tratamiento han de combinarse distintos tipos de terapias. Los medicamentos ayudan a frenar los impulsos y a manejar los sistemas de regulación de la conducta.

Se interviene atendiendo principalmente a las circunstancias que llevan a la persona a caer en las conductas adictivas ayudándole a buscar herramientas que le permitan superar la base del problema.

Durante el proceso de cambio y de tratamiento son frecuentes los abandonos, las recaídas, la frustración del familiar al no ver avances, sin embargo, las intervenciones van dirigidas a potenciar habilidades y capacidades propias que se vieron afectadas por el juego, se ofrecen indicaciones, tareas, estrategias a realizar, es decir, proporcionar un rol activo y de compromiso de la persona.

Es preciso que los fármacos se acompañen de psicoterapia individual, cuyo objetivo es reforzar las conductas positivas y suprimir las negativas. Para resolver un problema de adicción, hay que reconocer el problema y querer resolverlo. A partir de reconocer la situación y querer cambiarla, existen diferentes tipos de terapia donde la implicación familiar y del entorno desempeñan un papel crucial.

Se han observado grandes resultados mediante terapias grupales, donde se comparte la propia experiencia con sujetos que presentan el mismo problema.

Este artículo es exclusivamente informativo, si te sientes identificada/o con algunos de los problemas explícitos no dudes en consultarnos y pedir hora en el Centro de Psicología Canvis de Barcelona.