La psicoterapia se hace cada vez más popular en España. Parece que la gente se está acostumbrando a la idea de que una de las maneras de resolver las crisis vitales es buscar ayuda profesional. No obstante, en la mentalidad de la sociedad, muchas veces formada por los medios de comunicación, existen muchas ideas falsas sobre la forma de ayuda que es la psicoterapia. Estas convicciones falsas y falta de información son responsables del miedo o desánimo que sienten muchas personas ante la psicoterapia. ¿Qué es y qué no es psicoterapia?

1.      El psicoterapeuta no da consejos – no le dice al paciente que es lo que debe de hacer con su vida

La terapia está muchas veces confundida con el coaching. En psicoterapia se trata de ayudar al paciente a entender sus propias dificultades y encontrar formas de resolverlas a través de facilitar el desbloqueo emocional. Un terapeuta que da consejos no solo no cumple con el contrato terapéutico y crea problemas éticos, sino también cuestionaría las habilidades del paciente de tomar el control de su propia vida. Solo sería aceptable aconsejar al paciente en situaciones extremas, donde la vida de alguien puede estar en peligro.


2.      La psicoterapia no es una charla que se parece a una conversación normal con un amigo

Aunque la conversación del paciente con su terapeuta podría parecerse a una charla con un amigo, su objetivo es diferente. El psicoterapeuta utiliza ciertas herramientas para ayudar al paciente a superar sus problemas dentro de un espacio terapéutico que por su naturaleza es asimétrico y en sí curativo. La terapia está centrada en la vida del paciente, el cual no sabe casi nada de la vida del terapeuta. Mientras que las relaciones entre amigos o familiares se basan en el intercambio y mutualidad. Por temas éticos la relación terapéutica tiene un encuadre fijo y fuera de las sesiones terapéuticas, el paciente y el terapeuta no mantienen otras relaciones. Estas condiciones permiten crear un espacio óptimo para el trabajo terapéutico.


3.      Una persona adulta puede resolver sus problemas si va acompañada de un terapeuta. No tiene por que saber resolver sus problemas sola.

La habilidad de pedir ayuda a un terapeuta competente en el momento adecuado es una forma de saber resolver los problemas psicológicos. Si se nos estropea el coche, nadie espera de nosotros que sepamos repararlo solos, mientras que muchos puedan pensar que hay que saber manejar las crisis vitales sin ayuda profesional, como si se tratara de una debilidad. Es natural, que al principio todos intentamos resolver nuestros problemas solos, con ayuda de los seres queridos y de confianza. No obstante, cuando el dolor psicológico es fuerte y los estados emocionales recurrentes, una decisión madura y un gesto de la salud es acudir a un profesional.

La decisión sobre iniciar el tratamiento psicoterapéutico no es fácil. Suele estar relacionada con cierta tensión que implica entrar en una situación nueva, miedo al cambio, abrirse ante una persona desconocida sobre temas muchas veces íntimos. Tomar esta decisión requiere determinación y valentía. Psicoterapia también suele significar un esfuerzo económico y emocional. Es empezar algo desconocido, cuyo final no podemos prever y cuyos efectos empezamos a ver a largo plazo. Por otro lado nos da la oportunidad de resolver nuestras dificultades, con las cuales llevamos tiempo luchando hasta perder la esperanza que sea posible resolverlas.

 

Aleksandra Misiolek