Ya es una expresión típica en nuestra sociedad la de “me muero de sueño”. Cuando alguien la dice, rápidamente todos entendemos a qué se refiere. Y es que todos hemos experimentado alguna vez qué es esto de ser privados de sueño (ya sea por voluntad propia o por llantos de bebés, obras, vecinos ruidosos…). Aunque estemos acostumbrados a escuchar esta frase o decirla nosotros mismos, merece la pena que nos paremos a analizarla y a entender por qué es tan importante esto del sueño:

“Me muero de sueño”: no “me agoto de sueño” (que es en verdad lo que sentimos) o “sufro de sueño”. Hemos llegado a elegir una palabra tan dura como “muero”. Y nada más lejos de la realidad: el sueño es una función tan importante para nuestro organismo que, si lo retiramos, podemos incluso llegar a la muerte (aunque esto sean casos extremos). Convivimos durante muchísimas horas con esta función (supone más o menos pasar un tercio de nuestra vida con los ojos cerrados), así que realmente su función va a determinar mucho sobre nosotros y nuestros estados.

Muchas veces, cuando nos privamos voluntariamente de sueño (sea porque queremos estudiar, sea porque queremos “aprovechar” más el tiempo), creemos que el tiempo sin dormir es tiempo que podemos estar aprovechando, pero nada más lejos de la realidad: en el momento en que retiramos horas de sueño, no solamente tenemos más sueño al día siguiente, sino que le estamos diciendo al cerebro algo parecido a: “ahora que te habías acostumbrado a tener una rutina, te la voy a cambiar toda; suerte volviéndote a adaptar”. Entonces el cerebro tiene que volver a organizarse, lo que conlleva bastantes cambios en nuestro cuerpo, incluyéndose repercusiones psicológicas.

En resumen, con una función corporal tan importante como la del sueño (de la que llegamos a hacer expresiones de muerte si nos quedamos sin ella) debemos prestarla la atención que se merece, buscando una higiene de sueño que nos permita sacar el máximo rendimiento a nuestro cuerpo y gozar de la máxima salud, tanto física como psicológica.

¿Tenéis ideas o trucos para mejorar vuestro sueño? Estaremos encantados de conocerlas

Aleix Comas