A nadie le parece extrañar hoy en día escribir WhatsApps andando, enviar emails durante las reuniones o hablar por teléfono cocinando. El fenómeno del Multitasking o hacer varias cosas a la vez, es en realidad una costumbre de nuestros tiempos. ¿Pero realmente uno es tan eficiente haciendo varias cosas a la vez? Investigaciones recientes sobre este tema demuestran que no sólo baja la productividad sino también puede ser malo para la salud. ¿Por qué?

Lo primerio y lo más importante es aceptar que cuando uno hace varias cosas a la vez realmente está cambiando de una tarea a la otra en lugar de hacerlas simultáneamente. (Guy Winch, PhD, el autor de Emotional First Aid: Practical Strategies for Treating Failure, Rejection, Guilt and Other Everyday Psychological Injuries). El resultado es que ninguna de las dos acciones se hace bien y la productividad baja. Lo que más cuesta en realizar una tarea es empezar y saltar de una a otra implica tener que empezar varias veces, lo que alarga el tiempo de realizarla y baja la productividad un 40% según los expertos.  Curiosamente lo mismo ocurre con tareas automáticas como conducir un coche. Investigadores de la Universidad de Utah (2008) demostraron que los conductores que hablaban por teléfono mientras conducían, tardaron más en llegar al destino.

Aparte de la paradójica bajada en la productividad, el multitasking nos priva de la capacidad de disfrutar de la vida. Según el estudio realizado en la Western Washington University (2009), el 75% de los estudiantes que pasaban por el campus hablando por teléfono no se dieron cuenta que había un payaso a su lado. De la misma manera no nos damos cuenta y no apreciamos nuestros alrededores.

El multitasking puede ser responsable también de obesidad. Si mientras que comemos, estamos haciendo otra cosa, el mensaje puede que no llegue a nuestro cerebro a tiempo y, consecuentemente, no sentiremos saciedad hasta que pueda ser demasiado tarde.

Por último, hay estudios que demuestran que conducir y hablar por teléfono, aunque sea con manos libres, es igual de peligroso que conducir bajo los efectos del alcohol. Ir andando por la calle centrado en el móvil es causa de muchos accidentes que sufren los peatones (según estudios, 4 de 5 accidentes de los adolescentes tuvieron lugar mientras que estaban usando el Smartphone).

Hoy en día, en un mundo que va tan deprisa, parece que nos estamos cansando de la velocidad y cada vez más nos atrae la vida más “slow”; slow food o la moda a mentalizar o hacer “mindfulness” son sólo algunos ejemplos de las nuevas tendencias. Es evidente que el multitasking ya está empezando a ser “demodé”.

 

Aleksandra Misiolek